Cuando recuperó la conciencia, estaba desnudo y maniatado en la cafetería que regenta en la calle Plaza de Toros Vieja, en el barrio de El Perchel. Lo habían dejado encerrado en el establecimiento y lo único que recordaba era que le habían rociado los ojos con un aerosol y le habían golpeado en todo el cuerpo. Eso es lo que le relató a la Policía Local en una llamada desesperada. Eran las siete y media de la tarde aproximadamente y llevaría encerrado una hora y media. O más.

Varias patrullas acudieron al lugar, pero en un primer momento no consiguieron localizarlo. Las señas que había dado no eran correctas, quizás por el nerviosismo, y fue necesaria una segunda llamada aclaratoria. Entonces sí. Los agentes, a los que se sumaron efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, encontraron al hombre, de unos cincuenta años, tumbado en el suelo de la cafetería ´El Carmen´, situada junto a la iglesia del mismo nombre. Estaba maniatado, desnudo y con una crisis de ansiedad muy avanzada.

Los hechos habían ocurrido sobre las 17.30 horas. La víctima estaba a punto de irse. Era su primer día, después de un periodo de vacaciones y había cerrado ya el establecimiento, excepto la puerta, que había dejado con la persiana medio bajada mientras terminaba. Los atracadores, unos cuatro, aprovecharon el momento de indefensión, entraron y se encerraron con él.

Según la versión policial, le echaron un ´spray´ en la cara por lo que no pudo verlos con claridad. Tras darle una paliza, quitarle la ropa y atarle, le robaron la recaudación, unos mil euros, que guardaba en una bolsa encima de una de las mesas de la cafetería.

Conseguido el botín, los ladrones abandonaron el local y se fueron sin causar más destrozos. "Iban tranquilos, sin prisas", según algunos testigos que creían habérselos cruzado.

"Yo he visto a tres. Bajaban la calle y me he fijado en ellos porque, por el tipo de negocio que tengo, siempre estoy pendiente. Iban bien vestidos y hablaban entre ellos. No, no eran de aquí, para mí que eran extranjeros, del Este, pero no puedo decir seguro si esos eran los ladrones", describió desconfiado.

Hospital Civil. Sobre las 20.15 llegó el hijo del encargado de la cafetería. Voces en el interior. El hombre seguía con la crisis de ansiedad y, al parecer, a duras penas podía explicar lo ocurrido. Unos diez minutos después entró en la calle una ambulancia del Servicio de Emergencias del 061. Los facultativos se hicieron cargo de la víctima a la que le suministraron un calmante y la trasladaron al Hospital Civil para que fuera atendido de las posibles lesiones.

"Esto es indignante. Estamos cansados de denunciar robos constantes en esta zona, ayer robaron enfrente, hace poco también golpearon a otro comerciante en Callejones de El Perchel... no podemos seguir así", reivindicó el presidente de la Asociación de Empresarios de El Perchel, Joaquín Soriano.

Cerca de las nueve, los vecinos que se habían agolpado frente a la puerta comenzaron a irse a sus casas. La mujer de la víctima, muy afectada, se quedó con los investigadores policiales, que seguían recabando pruebas y escuchando las declaraciones de los testigos.