Haberla hayla´, como una meiga, pero muy pocos han tenido la suerte de disfrutar de esta zona verde.

Tampoco es dar muchas pistas si decimos que se encuentra a dos pasos del OMAU, ese ente administrativo de cometido totalmente desconocido para el ´pueblo administrado´, emplazado en el mejor sitio de Málaga. (Ojo, y seguro que se ganan el sueldo pero pocos saben cómo).

Algunos caerán en la cuenta cuando se les indique que está en el Camino de la Desviación, ese desvío centenario del antiguo Camino de Vélez, por el que hoy puede subirse al Cerrado de Calderón y al océano de adosados de Parque Clavero.

En resumen, la zona verde del Morlaco es como Palencia, la ´bella desconocida´. En las horas de más intensidad pueden contarse con los dedos de la mano sus usuarios, felizmente perdidos en ese mar de pinos, casi tan frecuentado por perros como por personas.

Cuentan los entendidos que el guarda de esta antigua finca, reservada hace tiempo para zona verde, fue el responsable de reforestarla. Si eso es cierto, este hombre ejemplar hizo un excelente trabajo. Si el paseante se adentra en ella, apenas notará la proximidad, inquietante, del ´circo romano´ de Parque Clavero, edificio inscrito en la larga lista de errores urbanísticos malagueños.

Si obviamos el engendro, el parque tiene unas vistas ´de libro´ sobre el paseo marítimo, y la frondosidad permite olvidar que uno está en mitad de una ciudad de 600.000 habitantes.

La limpieza del parque, por cierto, es impecable, y sólo hay que lamentar las inevitables pintadas, concentradas en las puertas principales de acceso. Uno de los ´mangurrinos´ firma como ´Franrruit´. No me pregunten qué significa pero suena a algún insulto gordo en holandés.

Quizás la principal pega de este terreno, en el que cualquiera tiene espacio suficiente para perder unos kilos, sea la inseguridad de algunos de sus tramos. Por poner un ejemplo, a uno de los miradores, sobre un precipicio respetable, le falta un tramo de valla protectora, suplida por dos tuberías gordas de plástico que, de noche, poco podrán hacer si llega un descuidado.

Lo mismo hay que decir de otros rincones, metidos ya entre los pinos, y es que, posiblemente, una de las razones de que una parcela tan apetitosa quedara sin adosados es la proliferación de hundimientos, huellas de las minas de yeso que hay justo debajo.

Estos hundimientos están protegidos por vallas que presentan unos violentos ´escorzos´, con toda la pinta de haber sido forzados, más que por el viento, por entes de carne y hueso.

Si estos fallos se subsanan, tendremos uno de los mejores parques forestales de Andalucía. Ya sólo falta que la gente lo conozca y visite esta ´cara oculta´... de Málaga.

Vaivenes

? Sorprende encontrar en la Casa Palacio de la Concepción un grueso tomo de la Revista de Legislación y Jurisprudencia de 1919.

El origen puede ser variadísimo: desde que procediera de la última familia propietaria, los Echeverría-Echeverrieta, hasta que fuera fruto de uno de los ´vaivenes´ de objetos administrativos, como pasó por ejemplo con algunos traslados de mobiliario del extinto Gobierno Civil. Otro ejemplo: una figura a tamaño natural del gordo de las Cervezas Victoria adorna un pasillo del Archivo Histórico Provincial. Sorpresas administrativas.