Nuevo derrumbe en el número 11 de la calle Hinestrosa

El número 11 de la calle Hinestrosa, un inmueble de alquiler declarado en ruina después de que el propietario se desentendiera, sigue cayéndose a pedazos desde que los inquilinos dieron la voz de alarma en febrero de 2009.

Ayer se conoció un nuevo capítulo de este sainete urbanístico en el que continúa la situación de riesgo para cuatro inquilinos. En la noche del jueves 8, hace una semana, se desprendió una gran porción del falso techo de la vivienda en la que vivía la española Saadia Douibi, que cayó sobre el salón de su casa.

Esta vecina confesó ayer "tener miedo" y señaló que está durmiendo desde el desprendimiento en casa de amigas y familiares.

"Se ha tenido que ir a casa de la hija, va y viene y hace la vida en la cocina porque tiene miedo de ir a otra parte de la casa", explicó Rocío Sánchez, una ex inquilina que en agosto de 2009 tuvo que ser desalojada de su vivienda al caerse parte del suelo de su cocina.

Saadia explicó que tras dejar de dormir en su casa, "no tengo dinero ni tengo nada". Esta vecina explica que cuida a una anciana por 300 euros al mes, "y para alquilar casas te piden 400 ó 500 euros y la luz, que la sigo pagando en esta casa, me ha costado este mes 33 euros".

Ayer, tras conocer el derrumbe por este periódico, técnicos de Urbanismo visitaron el inmueble y en el informe declararon que "en apariencia" estaba deshabitado. Este aspecto es desmentido tanto por Saadia como por Rocío Sánchez, que destacan que en la casa viven cuatro vecinos. "Por la mañana están trabajando, es lo normal", subrayó Rocío. Precisamente, una de estas inquilinas, Amina, lleva 11 años viviendo en este inmueble y el pasado mes de enero denunció en la sección de La Opinión ´Línea Directa´, el empeoramiento del bloque por las intensas lluvias. "Estoy enferma de artrosis, aquí no se puede dormir del frío, tomo calmantes y estoy fatal", explicaba entonces.

Defensor

Por su parte el Defensor del Ciudadano, Francisco Gutiérrez, recordó ayer que el año pasado, su oficina ya envió al Ayuntamiento un escrito "en el que denunciábamos el peligro que suponía para las personas que viven allí por la situación del edificio". Gutiérrez denunció el "caso omiso" del escrito por parte de la Gerencia de Urbanismo y reclamó que le busque "una salida a los vecinos porque no saben dónde pueden ir".

El Defensor del Ciudadano lamentó que, a la situación de acoso inmobiliario por la dejadez del propietario, que no ha hecho ninguna mejora en años del inmueble, se sume "una situación de serio peligro para las personas que siguen viviendo allí" y recordó que el pésimo estado del edificio incumple la normativa municipal y la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía.