El desarrollo y consolidación de las nuevas tecnologías ha dado paso a la denominada sociedad del conocimiento. También han llegado a la escuela. Los portátiles han dejado anticuados los primeros centros TIC, que tenían un ordenador de sobremesa por cada dos alumnos. La innovación es fundamental en la educación, pero muchas veces ésta no sólo consiste en utilizar ordenadores. Éstos, en realidad, no son más que una herramienta. Ayer, el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, entregó en el Conservatorio Manuel Carra los premios Joaquín Guichot y Antonio Domínguez Ortiz a los equipos educativos de seis centros andaluces por promover y mejorar, con la innovación, la práctica educativa. Y de esos seis colegios, cuatro son de la provincia de Málaga.

El primer premio Joaquín Guichot a investigaciones, experiencias y materiales sobre Andalucía y su cultura ha recaído en el proyecto Física y química en oficios tradicionales, dirigido por los profesores Pedro Fernández Rodríguez y Pilar Florido Navío, del IES Río Verde y del IES Victoria Kent, ambos de Marbella. «Lo que pretendíamos es enseñar Ciencias Naturales a nuestros alumnos de tercero de la ESO con trabajos menos rutinarios, y hemos visto cómo se han mostrado más receptivos», explica Pedro Fernández.

A través del trabajo que realizaban antiguamente caleros, salineros, carboneros, neveros y aguadores, el alumnado de Secundaria han conocido algunos oficios y formas de vida que hasta no hace mucho tiempo eran propias de la población andaluza, a la vez que se introduce en la interpretación de los procesos físicos y químicos que comportan estas actividades, cómo se obtiene la cal y cuáles son sus componentes y aplicaciones, cuál es el procedimiento de obtención de la sal, su naturaleza química y sus aplicaciones, integrando en el trabajo los aspectos científicos con los etnológicos y culturales.

Educación también ha rec0nocido con el primer premio Antonio Domínguez Ortiz al proyecto Aulas abiertas, una sonrisa por favor, que se desarrolla desde hace siete años en el CEIP Nuestra Señora de Gracia, en el barrio de la Victoria de la capital. Con este trabajo el equipo pedagógico pretende cohesionar el centro, motivando al alumnado mediante la creación de talleres en los que reúnen a todo el alumnado en grupos de varias edades, cursos y clases para trabajar un tema común. «Todos los viernes del año, durante una hora y media, reunimos a nuestros alumnos, pequeños con mayores», indica Manuel Jáimez, uno de los profesores del colegio.

«Así, rompemos la estructura del aula para fomentar el aprendizaje activo, la interrelación entre distintas edades fomentando la ayuda y la cooperación, guiados por procesos de indagación, reflexión colectiva, toma de decisiones y participación activa», continúa. Cada taller plasma sus aprendizajes en una escultura colectiva, utilizando materiales reciclados, lo que da un sentido estético y lúdico al aprendizaje. Estas esculturas fueron expuestas en la plaza Miguel de los Reyes. «Este año en lugar de esculturas hemos realizado pinturas» añade Jáimez, que destaca el grado de compromiso de todos los docentes de éste, el único colegio público de la zona, que tiene matriculados a escolares de la Cruz Verde y la calle Los Negros.

Mención Especial

La Consejería de Educación también ha reconocido el trabajo del proyecto Zoo de las letras, que se desarrolla desde hace cuatro años en el colegio Fuente Nueva, de San Pedro de Alcántara, por su contribución a la mejora de las prácticas educativas mediante una presentación multimedia que presenta un método sintético para el aprendizaje de la lecto-escritura de los niños y niñas de Educación Infantil y primero de Primaria.

Según Ramón Honorato, uno de los autores de este proyecto, a través de la pantalla del ordenador, en la web del zoo, mediante una animación a base de canciones, cuentos y otros recursos interactivos, el alumnado va introduciéndose en el aprendizaje de la lectura y la escritura. «Habíamos observado que con los métodos tradicionales, los alumnos no se motivaban. Cada animal se identifica con una letra, y cada una, a su vez, contiene un cuento con el que se apoya el aprendizaje fonético y la grafía», asegura Honorato. Este sistema se aplica en todos los grupos de Infantil a un total de 225 alumnos.

También ha sido distinguido el proyecto Recuerdos de nuestros emigrantes. La emigración de Andalucía y Sierra de Yeguas en la segunda mitad del siglo XX, de una profesora del IES de Sierra de Yeguas, informó la Junta.