Fernando Arcas enseña historia a más de trescientos estudiantes al año. Su asignatura, obligatoria para los universitarios de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, trata de dar una visión global de lo que ocurrió, de lo que acontece y ayuda a prever lo que seguramente será. Ha compaginado decenas de cargos con la docencia, lo que ayuda a imaginar la importancia que da a su trabajo. Es una persona segura de sus palabras que convence a quienes le escuchan.

Participa en numerosos proyectos y forma parte de varias instituciones. ¿Tiene tiempo para sí mismo?

(Ríe) La verdad es que estoy muy ocupado, soy una persona activa pero de carácter tranquilo, no me he quedado sólo en la docencia, siempre me he interesado por la cultura. He intentado hacer mucho, pero llevo muchos años, la actividad se dilata en el tiempo.

Hace unos días fue nombrado director de la UNIA en Málaga. ¿Qué siente cuando Juan Manuel Suárez Japón, el rector, le propone el cargo?

Es un cargo de responsabilidad dentro de la gestión educativa, me hizo mucha ilusión que Juan Manuel se acordara de mí. Le respondí rápidamente que sí, porque conozco bien la institución, he sido profesor de algunos cursos de verano en La Rábida y Baeza. Es una universidad muy atractiva para la gestión, las NNTT aplicadas a la enseñanza. Supone un reto, porque soy un profesor de letras y me tengo que hacer cargo de la sede tecnológica, pero también es muy bonito.

¿No cree que existe un desconocimiento en Málaga respecto a la institución?

Dentro del mundo académico es muy conocida: hay cursos, talleres, seminarios, también tiene una amplia oferta de posgrados, sobre todo en Málaga en el campo científico-técnico, en el fotovoltaico... Hay ofertas de posgrado que han de ir respaldadas por ciertas instituciones. En la UNIA hay una flexibilidad muy amplia, lo que la hace muy atractiva. También tiene proyección exterior en Marruecos y Latinoamérica. El mundo académico la conoce de sobra, pero es cierto que socialmente se la conoce menos, aunque cada vez más. Hay por ejemplo un curso de expertos que se organiza con el Colegio de Abogados que cada año forma a doscientas personas. No hay que olvidar que es una universidad pública más aunque la sede malagueña de la UNIA es la más joven y por eso hay que trabajar para proyectarla hacia la sociedad.

¿En qué otros proyectos se encuentra inmerso?

Ahora mismo estoy terminando un libro que recoge información de la historia oral de la Guerra Civil en Málaga para entregarlo a la editorial Sarria. La entregaremos esta semana y creo que en un par de meses estará en la calle.

Desde su posición, ¿cómo ve las próximas elecciones municipales? ¿Qué le parece María Gámez como candidata?

Ya lo he dicho públicamente. El PSOE tiene a una candidata estupenda para renovar el espíritu político y el ambiente municipal en Málaga. Me parece una muy buena candidata, está muy preparada, es una experta en gestión, tiene criterio político y sabe escuchar. Se acerca a los problemas desde la prudencia y con el temple que hace falta. Está demostrando un talante que me gusta mucho, no he encontrado una descalificación en sus declaraciones, es muy elegante. Es bueno que el electorado asista a un debate serio y riguroso para luego elegir.

¿Qué posibilidades cree que tiene?

En su lista hay personas muy cualificadas, y por el perfil creo que se ve al candidato, eso lo marca. Gámez le da altura al debate político. Ha tenido gestos que me han gustado mucho, como cuando no salió lo de la Capitalidad Cultural para 2016. En el momento en que se supo que no, ella le dio la mano a Paco de la Torre. Ahí se demuestra su elegancia. Fue un momento de debilidad para el alcalde, pero no se podía entrar a hacer sangre. Espero que el PSOE pueda recuperar la alcaldía con ella al frente, porque me da la sensación de que el PP no está ofreciendo una imagen clara, tiene pendiente la renovación de una derecha que no es moderna.

Usted forma parte de la corriente crítica. ¿Qué opinión le merece que Ignacio Trillo no pudiese concurrir a unas elecciones primarias en el partido, como solicitó?

Es una pregunta difícil. Siempre he pensado que hay formas de democracia internas distintas a las primarias. Me parece que al candidato lo debe elegir la dirección local del partido. Las grandes victorias electorales se han producido cuando no había primarias. Muchas veces se convierte más que en la búsqueda del candidato, en una lucha de poder. Se desnaturaliza el fin.

¿Continúa siendo miembro activo del PSOE?¿Qué relación mantiene con quien fuese su contrincante, Miguel Ángel Heredia, hoy secretario general del socialismo en Málaga?

Sí, soy militante de la Agrupación de El Palo, formo parte de la Ejecutiva Local. Heredia y yo tenemos una relación muy buena, hemos sido leales adversarios. Él y Bernardino León me pidieron que trabajase en la ejecutiva municipal, querían demostrar que el partido estaba unido. Lo consulté con los miembros de «Alternativa Socialista», luego acepté. Me he encontrado muy cómodo a pesar de lo difícil de las circunstancias, han sido muy elegantes conmigo. Eso sí es demostrar democracia interna.

Usted enseña en la facultad de Comunicación de Málaga Historia Contemporánea, donde muestra a sus alumnos una visión global del ayer. Los acontecimientos en el mundo árabe, desde su punto de vista, ¿a dónde cree que van a llegar?

Enseño el ayer y el hoy porque me toca explicar la historia reciente, y ahí se encuentra el pasado, el presente, la historia y el periodismo. Me parece que las revueltas se tratan de un cambio importantísimo, y que se abre un proceso de grandes propuestas del que debemos sacar conclusiones. Yo ya lo estoy discutiendo con mis estudiantes, pero tengo la sensación de que no sólo está actuando el atraso, sino que también la modernidad, tanto la comunicación, como la desigualdad económica, el turismo, el efecto rebote de los inmigrantes... algo a tener en cuenta. Los emigrantes cuentan a sus familias y amigos cómo es Occidente, como cuando los españoles que emigraron contaban maravillas de Alemania. Saben que hay otro mundo en el que se puede vivir mejor, de ahí la revolución. Vemos a una sociedad que no se puede sostener con tan poco mientras otros tenemos demasiado. Todo cuesta, como con nuestra Transición. Además es importante quiénes están en el centro de decisión. Si a EEUU no lo gobernase un demócrata y en la UE no hubiera tanta preocupación por los derechos humanos, sería muy diferente.

Forma a quiénes serán el futuro. ¿Continúa aprendiendo de sus alumnos en el aula?

Aprendo muchísimo. La investigación no se entiende sin la docencia. Es un mundo del que te vas alejando inevitablemente por la edad. Estoy en un sitio privilegiado para ver hacia dónde van los jóvenes. Se trata de un sector que está llamando a impulsar el cambio en la sociedad. La Universidad debe cumplir la función de introducción.

En corto

Gustos | ¿Podrían ser la historia, la política y la enseñanza sus tres pasiones?

Sí, aunque habría que añadir el deporte, que es otra más. Y mi hija, que es artista y lo principal. Es la persona que me renueva, que me enseña y me da motivos.

Málaga 2016 | Como cordobés de nacimiento, ¿cómo vivió la pugna regional por la capitalidad cultural de 2016 entre Málaga y Córdoba?

Nací en Córdoba, pero siempre he vivido en Málaga y así me considero. Le tengo mucho cariño a Córdoba pero en la lucha por la candidatura estuve con Málaga sin ninguna duda.

*Fernando Arcas es catedrático de Historia y miembro de la Ejecutiva municipal del PSOE*Fernando Arcas