La banda terrorista ETA ha anunciado hoy el fin de su lucha armada. Una decisión que será celebrada en toda España, y en especial en aquellos enclaves turísticos, entre los que se encuentra la Costa del Sol, con los que la violencia terrorista se ha cebado en la última etapa de la banda criminal.

ETA ha atentado en casi una treintena de veces en la provincia de Málaga. La única víctima mortal de los atentados de la banda ha sido el concejal popular José María Martín Carpena, asesinado el pasado 15 de julio de 2000. Sólo cuatro días después el comando Andalucía de la banda terrorista (formado por Igor Solana Matarranz y Harriet Iragi, ya procesados y condenados) intentó atentar contra el secretario general del PSOE en Málaga, José Asenjo, mediante una bomba lapa que finalmente falló. En el largo historial de acciones violencias en nuestra provincia, destacan el intento de atentado en el aparcamiento del aeropuerto de Málaga o el coche bomba colocado en el centro de Marbella.

La última aparición de la banda en Málaga se remonta a agosto de 2008, cuando la banda colocó tres artefactos bombas en distintos puntos de la provincia: Guadalmar, Benalmádena y Torremolinos. Una acción que provocó el desalojo de más de 12.000 personas. Por suerte, no hubo daños personales de las dos bombas que explotaron, la tercera fue desactivada.

Otra víctima malagueña de ETA es el guardia civil Juan Manuel Piñuel, que falleció en un atentado contra la casa cuartel de la localidad alavesa de Legutiano. La bomba provocó casi una treintena de heridos y cuantiosos daños materiales

Primer atentado en Málaga

El primer atentado de ETA en la provincia fue el 29 de junio de 1979. Los etarras hicieron estallar en una playa marbellí una bomba que no causó daños, mientras que otro artefacto, compuesto por 13 kilos de pólvora prensada, fue desactivado junto al club náutico de la citada localidad malagueña. Al día siguiente y en la misma localidad explotó un artefacto en la playa club "La Siesta", que hirió a dos turistas extranjeros. Un año después, el 28 de junio de 1980, explotó una bomba en los accesos a un hotel de Estepona y el 1 de julio la Guardia Civil explosionó de forma controlada dos artefactos colocados en las localidades malagueñas de Mijas y Benalmádena. El siguiente atentado de ETA en Málaga se produjo seis años después. Durante el verano de 1986, los terroristas hicieron estallar nueve artefactos en hoteles de la provincia.

Así, el 26 de mayo de ese año, una bomba ocasionó destrozos en un hotel de Torremolinos, tres días después estalló otra similar en el hotel "Las Palmeras" de Fuengirola y el día 31 explotó otra más en el Hotel Málaga Palace. Un día más tarde, el 1 de junio, otro artefacto de escasa potencia estalló en el hotel ´Atalaya Park´ de Estepona y la Policía desactivó otros tres más en otros tantos centros hoteleros de la misma localidad.

Sin embargo, al día siguiente, hizo explosión una bomba en el hotel ´Aloha Golf Club´ de Marbella, y 15 días más tarde un artefacto de gran potencia causó importantes daños materiales en el hotel marbellí de Puente Romano. No obstante, los planes etarras se vieron frustrados el 17 de junio de 1986, cuando empleados del hotel "Don Pepe" de Marbella, próximo al lugar donde ha explotado hoy un coche bomba, descubrieron en una habitación una bomba, que fue desactivada al día siguiente por especialistas de la Policía.

La campaña de verano prosiguió ese año en Torremolinos donde otro artefacto de escasa potencia rompió los cristales de puertas y ventanas en el hotel ´Pez Espada´ y otro más estalló en una habitación del hotel ´Los Monteros´ en Marbella. También en el mes de julio de 1986, la explosión de una bomba de escasa potencia en una habitación del hotel ´Don Carlos´ de Marbella hirió levemente a un niño y destrozó la estancia.

Casa cuartel

Cinco años más tarde, el 15 de abril de 1991, la provincia de Málaga volvía a convertirse en objetivo de los terroristas, resultando heridos leves dos mujeres, un hombre y una niña al estallar un artefacto, compuesto por 35 kilos de explosivo, colocado en los bajos de un coche frente a la casa-cuartel de la Guardia Civil.

Otros tres artefactos explosivos estallaron ese año en la Costa del Sol, mientras que otros dos fueron desactivados, y en julio de 1996, tres bombas de escasa potencia hicieron explosión en el recinto musical Eduardo Ocón y una calle de Málaga causando daños materiales. Un artefacto de escasa potencia explotó sin aviso previo en el aseo de caballeros de un centro comercial malagueño, sin causar víctimas y, también en julio de 1996, estalló una bomba de escasa potencia en la playa de la Malagueta.

Coches bomba de Rincón

En 1997, la banda terrorista ETA volvió a atentar en Málaga al intentar quitar la vida al alcalde de Rincón de la Victoria, el popular José María Gómez Muñoz, y al concejal del PP en el municipio Francisco Robles colocando sendos artefactos en los bajos de sus vehículos.

Los terroristas no lograron su objetivo, dado que una empleada del supermercado frente al que estaba aparcado uno de los automóviles observó algo raro bajo el vehículo y dio aviso a la Policía, que revisó los coches de toda la corporación municipal. El primer edil decidió además esa mañana coger el vehículo de su mujer, lo que evitó que al coger su vehículo éste hiciera explosión salvándole la vida. Posteriormente la Policía descubrió, gracias a documentación intervenida a la banda, que los terroristas se proponían atentar además contra el también concejal del PP en Nerja, José Luis Pezzi, y contra la que fuera alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos.