Celia Villalobos será la vicepresidenta primera del Congreso, según la designación de puestos hecha pública ayer por el presidente del PP, Mariano Rajoy, y que se hará efectiva hoy en la constitución de las Cortes. Villalobos se muestra «orgullosa y feliz» y dice que su objetivo es colaborar para que el Parlamento «sea lo que tiene que ser: un Parlamento de todos» La senadora del PP por Málaga Patricia Navarro también tendrá un cargo en Madrid: portavoz adjunta del grupo popular en el Senado.

La primera pregunta es obligada, ¿cuándo se enteró?

Esta misma mañana (por ayer), con el resto de compañeros. Pienso que ninguno de nosotros sabía nada hasta ese mismo momento.

¿Le ha comentado algo personalmente Mariano Rajoy?

No, porque no he podido hablar con él. Hubiera sido imposible (risas). Hoy no era el día.

¿Esperaba algo así?

Yo, simplemente, estaba a disposición del presidente.

¿Se puede entender como una recompensa hacia usted y hacia los últimos grandes resultados obtenidos por el PP de Málaga?

Lo veo más como una gran responsabilidad, ya que voy a desempeñar un papel institucional mayor como diputada por Málaga. Pero desde luego es un mayor protagonismo para el partido en Málaga, con una responsabilidad muy importante, y representa un reconocimiento a todo el trabajo que hemos venido haciendo todos estos años en la provincia.

¿Qué labores desempeñará como vicepresidente primera? Y, ¿qué tal se lleva con Jesús Posada, que será el presidente?

Yo tendré un trabajo que hacer en la mesa del Congreso, pero siempre a disposición del presidente. Él decidirá lo que yo tenga que hacer, aunque me tocará presidir las sesiones cuando él no esté y organizar muchos temas internos. Estoy encantada de trabajar de nuevo con Jesús. Nos conocemos mucho, fuimos compañeros del Gobierno, yo como ministra de Sanidad y él de Administraciones Públicas. He negociado con él muchas cosas, por ejemplo la remuneración de los interinos, y me parece un tipo muy dialogante, con gran capacidad de trabajo, y muy en la línea de lo que a mí me gusta, de centro.

Usted nunca se calla, y eso le ha ocasionado algún problema, ¿cambiará en su nuevo papel?

Bueno, creo que no siempre digo lo que pienso porque si lo hiciera sería bastante irresponsable. Lo que sí hago es actuar siempre en función de mi propia moral privada, pero soy muy disciplinada y sé asumir el papel que me corresponde, aunque para mí la justicia siempre sea muy importante.

Cuando le toque presidir las sesiones del Congreso por ausencia de Posada, ¿se verá a una Villalobos que permita la disputa parlamentaria? Usted misma como diputada, ha protagonizado algunos de esos rifirrafes.

Para eso le digo que soy profundamente conservadora. El Parlamento tiene sus ritos, sus tiempos, es una estructura democrática donde hay que mantener las formas. Los chistes los guardo para mi vida privada. Pero también le digo que entiendo que el Congreso no es un colegio en el que haya que educar a nadie. Voy a permitir todo lo que se permite en el Parlamento, pero no voy a estar media hora diciéndole a nadie lo que significa ser demócrata. Lo que hay que hacer es cumplir el reglamento, que es lo hemos votado y aprobado.

Que usted haya sido designada vicepresidenta primera, ¿indica que los diputados malagueños tendrán mucho peso y responsabilidad en el Parlamento y, quizá, en los ministerios?

No le engaño si le digo que yo voy a intentar que los compañeros tengan un papel importante pero todos los que vienen conmigo a Madrid tienen ya sus responsabilidades en Málaga, y siempre hay que mirar que sea compatible.

Siempre ha defendido en el Congreso el interés de Málaga, ¿tendrá ahora menos tiempo?

Hay tiempo para todo. Cada momento tiene su afán. Que nadie dude que voy seguir luchando por los intereses de Málaga.

¿Pueden reactivarse las inversiones en infraestructuras?

Las inversiones las hizo el PP, el PSOE no hizo sino continuarlas. Ahora partimos de cero, igual que en el 96, porque los socialistas no aman a Málaga y no han iniciado nada nuevo, ni en Fomento ni Medio Ambiente, y las infraestructuras requieren un ciclo de diez años.

¿Ha recibido felicitaciones?

Muchas, de diputados y de amigos, y me consta que hay mucha satisfacción entre los funcionarios del Congreso.