­«Es muy cómodo y me siento más seguro. Tengo la garantía de que estoy continuamente conectado y que me están controlando, y, en el caso de tener un problema momentáneo yo mismo realizo la operación y aviso». Ángel Pérez, de 80 años, fue operado este miércoles en el Clínico y hoy será dado de alta. Sufrió un infarto previo y es portador de un desfibrilador. Desde entonces forma parte del programa de control remoto. En este caso fue él mismo el que detectó que algo iba mal y alertó al sistema (una opción que también te permite).

El pasado martes, Ángel tuvo hasta 70 taquicardias y ahora, tras haberse operado de nuevo, éstas han cesado. Ha sido sometido a una ablación de taquicardia ventricular y afirma que ahora, gracias a la intervención, podrá continuar con su vida normal.

El dispositivo es «como un cordon umbilical con la unidad», explica por su parte el enfermero Jesús Burgos. Ángel asegura sentirse bien y hoy mismo podrá regresar a casa con su problema resuelto.