El destino de Ana, de 13 años, era el colegio Padre Jacobo, localizado en la zona de La Princesa, donde está estudiando segundo de la ESO. Salió de casa pasadas las 8.00 horas y emprendió el camino junto a su amiga de siempre. La rutina les llevó por la calle Genil, donde vive con sus padres y su hermano mayor, hasta el Carril de la Cordobesa, vía que a diario les lleva hasta el colegio tras trescientos metros de recorrido.

Los pasos de Ana se frenaron en seco aproximadamente a los setenta, a la altura de una escuela infantil. Cuando su amiga la echó de menos, ya estaba en el suelo, boca abajo, con un terrible golpe en la cabeza y sin responder. Su compañera comenzó a gritar para pedir ayuda sin saber qué había pasado. Junto al cuerpo de la niña, inconsciente y sangrando por la nariz, había una varilla de hierro que había caído del cielo, así como numerosos niños y vecinos que se dirigían al centro escolar y querían ayudar.

Llegaron los agentes de la Jefatura de Policía de Barrio del Distrito de Carretera de Cádiz de la Policía Local de Málaga, quienes acordonaron la acera en la que yacía el cuerpo de la niña para que los médicos de una UVI Móvil del 061 pudieran atender a la pequeña. Lo hicieron durante un buen rato, hasta que finalmente la trasladaron al Hospital Carlos Haya de la capital malagueña, donde la madre de la niña trabaja como administrativa.

Fue intervenida quirúrgicamente de urgencia. Fuentes del propio hospital aseguraron a este periódico que presentaba «un traumatismo craneoencefálico severo». Tras una larga operación, la niña quedó ingresada en la Unidad de Cuidados Críticos pendiente de evolución y en estado muy grave, según las fuentes.

La investigación de este trágico suceso ha pasado al Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga, quienes se encargaron de la instrucción del atestado. Según las fuentes consultadas, la barra que cayó podría proceder del séptimo piso del edificio que rodeaba la niña.

Una varilla para hacer de peso en un toldo. La primera hipótesis que maneja Policía Local de Málaga es que el objeto que cayó al vacío podría proceder de uno de los toldos del edificio de siete plantas por cuyo lateral pasaba la niña herida. De hecho, los agentes recorrieron casi todas las plantas del edificio para inspeccionar cada una de las ventanas y elementos de las mismas.

Finalmente, consideraron que la varilla de hierro se salió de una de los soportes huecos de un toldo del séptimo piso. Fuentes policiales aseguraron a este periódico que los propietarios de esa vivienda pudieron colocar la varilla dentro de ese soporte para que pesara más y resistiera más al viento. Aunque los agentes creen que es un desafortunado accidente, estudian si hay algún tipo de responsabilidad.