Llegaron a tener el botín en sus manos, pero no por mucho tiempo. Cuando salieron a la calle para emprender la huida comprobaron que tenían visita. Un rápido dispositivo policial había sellado la zona y los había dejado sin la posibilidad de disfrutar de los casi 82.000 euros que habían conseguido en el asalto.

El atraco ocurrió a primera hora de ayer en una entidad bancaria localizada en el paseo marítimo Antonio Machado de la capital. Sobre las 8.15 horas, la sala del 091 informaba a todas la unidades policiales disponibles sobre una señal de alarma que procedía de un banco de la capital. Según informaron fuentes de la Comisaría Provincial de Málaga, el Grupo de Atracos de la Policía Nacional, en conexión directa con la central de alarmas junto a numerosos agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana, establecieron el protocolo propio de estos casos tras confirmar que dos individuos se encontraban en el interior de la sucursal y que una empleada del banco estaba siendo retenida. Según las mismas fuentes, fue una compañera de la mujer la que pudo llamar a la policía para dar la alarma.

Al parecer, los dos atracadores, con cascos de moto y armados con una escopeta de cañones recortados y una pistola, eligieron la primera hora de la mañana para dar el golpe. Según las fuentes, ambos amenazaron a los empleados, especialmente a la mujer, a la que le dijeron que abriera la caja fuerte. Sin embargo, el retardo de la caja fuerte (el tiempo que tarda en abrir) y el aviso de la otra empleada tiraron por tierra los planes de los cacos. Una vez que consiguieron el botín salieron a la calle, donde les esperaban numerosos agentes.

Una vez detenidos, la policía les intervino las dos armas, numerosa munición, varias bridas, guantes de látex y de lana, una herramienta, los dos cascos y la moto en la que llegaron al banco y con la que pretendían huir del lugar.