El examen de Lengua Castellana respondía poco menos que a una conspiración para que la mayoría de los alumnos suspendieran la Selectividad y no pudieran acceder a la Universidad. Ya se sabe, daños colaterales de los recortes... Los alumnos estaban muy enfadados. «¿Cómo es posible que hayan puesto dos textos literarios?», se preguntaban. Tradicionalmente, en la primera prueba de la Selectividad se daba a elegir entre un texto literario y otro periodístico. Este año no ha sido así y entre Unamuno y Rafael Alberti andaba el juego. Las quejas fueron ya muchas menos tras el examen de Filosofía: exactamente el mismo del año pasado.

Eso es así y volvió a caer Descartes, que más que el creador de la filosofía moderna ya es todo un clásico. Las probabilidades de que pregunten por el ideólogo francés y su Discurso del Método son siempre altas, de hecho, en los últimos siete años ha caído cuatro veces. Casi tantas como Platón, que este año, sin embargo, volvió a faltar a su cita. Y ya van dos seguidos. La segunda opción a elegir por los estudiantes era un texto extraído del Tratado sobre el gobierno civil escrito por el pensador inglés John Locke.

Nada del otro mundo. Algo previsible, además. Los nervios, sin embargo, existen. Más que por aprobar, la presión se debe a la necesidad de obtener una calificación suficientemente alta como para poder estudiar el grado deseado. Y parece que da igual que la actual PAAU, que parece tener sus días contados, esté diseñada para que el alumno pueda subir nota, nunca bajarla; al menos los que hagan la fase específica.

Los padres también lo pasan mal. «Yo creo que estoy hasta más nervioso que mi hija», aseguraba ayer Rafael Gálvez, que la esperaba fuera del aulario Gerald Brenan, del campus de Teatinos. «Si hiciera yo ahora los exámenes creo que sacaría hasta nota, porque he estado todo el año repasando con ella», explicaba. En todo caso, reconocía que los exámenes de ahora son mucho más fáciles que los de su época.

La primera jornada transcurrió sin incidencias. «Quizás algún retraso en la sede de Marbella, pero nada destacable», indicó el vicerrector de Estudiantes de la UMA, Juan Antonio Perles.

Un total de 6.891 alumnos procedentes de los centros de Bachillerato de la provincia y de los ciclos formativos de grado superior se examinan de la Selectividad en la Universidad de Málaga hasta el viernes. La cifra aumenta un año más, en concreto, casi medio millar de alumnos. Y eso que en 2011 ya se experimentó un notable incremento del 20% respecto al pasado ejercicio. El 14,3% de los estudiantes sólo harán la fase específica con el objetivo de subir nota. Muchos de estos alumnos, 559 en concreto, han estado todo el año preparando estos exámenes para lograr una calificación suficiente que les permita acceder al grado demandado.

La cita era a las 8.00 horas para hacer las pruebas de las asignaturas troncales. Tras el primer examen de Lengua Castellana, los alumnos debían escoger entre examinarse de Historia de la Filosofía (ya descrito) o Historia de España. En esta ocasión, parece obvio, al cumplirse y conmemorarse el bicentenario de las Cortes de Cádiz, que se preguntara por la Constitución de 1812. La segunda opción era el régimen de Franco.

La jornada ha terminado con el examen de Lengua Extranjera, la mayoría de inglés. Hoy seguirán las pruebas.