La protesta de los sindicatos UGT, UPLB y SIP-AN contra el plan de ajuste aprobado por el Ayuntamiento, que la noche del viernes derivó en el acorralamiento por parte de un grupo de policías y familiares de varios concejales del PP tras el encendido de las luces de Navidad, ha elevado la tensión entre los sindicatos y el equipo de gobierno, especialmente molesto por lo que considera «una protesta incívica» por parte de los policías.

El resultado de este agravamiento del conflicto se tradujo ayer en la decisión del equipo de gobierno de suspender «temporalmente» el diálogo con los tres sindicatos, «hasta que no se restablezca la normalidad y cesen los reprobables incidentes protagonizados por una parte minoritaria de los trabajadores policiales».

El equipo de gobierno expresó ayer por medio de un portavoz su «rechazo» a acciones irrespetuosas que «alteran la convivencia y el normal funcionamiento de la ciudad, como ocurrió el pasado viernes coincidiendo con el encendido del alumbrado navideño».

Dichas actuaciones «son contrarias a la normativa vigente e incluso al reglamento interno de los funcionarios que las protagonizaron», añadió el portavoz.

Los sindicatos protestan por las medidas del plan de ajuste aprobado por el Consistorio, que prevé la rebaja de un 10% en el pago de horas extras y productividad, así como los pluses de nocturnidad, festivos y otros; y en un 50% otras prestaciones, como gratificaciones, premios y ayudas.

Tras lograr que el Ayuntamiento se sentara a negociar cambios en el plan de ajuste, las reuniones condujeron a que por parte de los sindicatos CCOO, CSIF, Sindicato Independiente de Empleados Públicos (SIEP) y Sindicato de Bomberos (SPB), se aceptaran las propuestas ofertadas del lado municipal que suponían el mantenimiento de los puestos del personal que trabaja en los planes concertados; convocatoria de 30 nuevas plazas para bomberos y unas bases de promoción interna y la promoción interna para convertir en fijos a un grupo de fijos discontinuos.

Por contra, los sindicatos policiales UPLB y SIP-AN y UGT rechazaron las propuestas al no contener, a su juicio, ninguna oferta que rebajase o eliminase los recortes en horas extras, productividad, pluses y otras prestaciones.

Por ello acordaron un calendario de protestas a secundar por el personal municipal, y especialmente por los policías locales, cuya principal acción será la negativa a realizar horas extras fuera de la jornada laboral en días claves como Nochebuena, día de Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y la maratón del 9 de diciembre.

A su vez un colectivo de policías inició un plan de protestas callejeras centradas especialmente en acudir a todos los actos públicos a los que acuda el alcalde para escenificar allí su protesta con gritos de todo tipo contra el alcalde

La ruptura del diálogo con los sindicatos no es la primera respuesta del equipo de gobierno a la protesta sindical. Antes ya dio una orden por la que obligaba a trabajar a todos los agentes que estuviesen de descanso el día de la maratón; días después decidió publicar los sueldos de los policías y ahora rechazar dialogar hasta que se «vuelva a la normalidad».