El ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió ayer el funeral de los tres suboficiales muertos el pasado lunes en la base de la Brigada de la Legión «Álvarez de Sotomayor» en Viator (Almería), después de que el juez autorizase el viernes la entrega de los restos mortales a sus familiares. Los tres militares, dos de ellos naturales de Málaga, fallecieron cuando regresaban de unas prácticas en una explosión cuyas causas se están investigando y que se produjo en un vehículo BMR, que cuenta con una plataforma para morteros, según informaron fuentes militares. Según la investigación, la deflagración pudo ocurrir cuando trasladaban el material explosivo, que detonó al ser manipulado.

A los tres se les concedió ayer a título póstumo la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, que se otorgan para reconocer las acciones, hechos o servicios que entrañen grave riesgo, lesiones graves o fallecimiento estando de servicio.

Los malagueños fallecidos son, por un lado, el brigada Manuel Velasco (1968), natural de Humilladero, y el sargento José Francisco Prieto (1979), de Estepona. Velasco estaba casado y con dos hijos, e ingresó en el ejército en 1986. Destinado en la BRILEG desde el 2002, era operador de desactivación de explosivos y había participado en misiones en Bosnia, Congo, Líbano y Afganistán. Prieto, por su parte, también estaba casado e ingresó en 1998 como soldado. Estaba destinado en la BRILEG desde el 2010, era operador de desactivación de explosivos, y había participado en misiones en Kosovo y Afganistán.

El tercer fallecido es el brigada cordobés Antonio Navarro (1967) soltero y que ingresó en 1987 en el Ejército. Estaba destinado en la BRILEG desde 1995, era técnico en desactivación de explosivos (TEDAX) y había estado en Bosnia, Kosovo, Líbano y Afganistán.

Morenés también ha depositado sobre los féretros de Navarro y Velasco la Cruz al Mérito Militar con distintivo azul y con una citación como distinguido en la Orden General, respectivamente, concedidas ambas antes de su fallecimiento. Al brigada malagueño Velasco se le había propuesto para la citación por la desactivación de un artefacto explosivo con disparador de radio control (RCIED) en la ruta «Sulphure», en la zona de Jakane. Con esta citación, según el Ministerio, se le reconoce «su valor, serenidad y calma mantenida durante la desactivación». En el caso del brigada Navarro, la concesión destaca su intervención al desactivar un IED (artefacto explosivo improvisado por sus siglas en inglés) cuando era jefe del Equipo de Desactivación de Explosivos en la base de Ludina.

El funeral fue por el arzobispo castrense en la Plaza de Armas de la unidad, Juan del Río. El Príncipe de Asturias, que asistió el viernes en Ecuador a la toma de posesión del presidente Rafael Correa, envió un mensaje al ministro de Defensa en el que expresa su pésame a las familias de los fallecidos y al Ejército.

Los restos de los fallecidos llegaron al patio de armas de la base a hombros de sus compañeros, que también los escoltaron hasta la capilla ardiente algo menos de dos horas después.