El run run de la huelga volvió ayer a sonar con fuerza entre los trabajadores de Limasa en un murmullo que fue creciendo y extendiéndose a lo largo del día y de los turnos de trabajo. Es la primera respuesta aún confusa a las nuevas exigencias de la dirección de Limasa planteadas en la reunión celebrada el pasado lunes y presidida por el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez.

Será el sábado, en la asamblea que convoque el comité de empresa, cuando la plantilla debatirá y adoptará las medidas de respuesta a los planteamientos de la empresa para la negociación del nuevo convenio colectivo de 2014.

Tal como adelantó ayer La Opinión de Málaga, la dirección de Limasa y el Ayuntamiento de Málaga han puesto sobre la mesa la necesidad de recortes de aquí a final de año para compensar los casi dos millones de euros que la empresa prevé de déficit en diciembre. Limasa propone eliminar la paga de Navidad y la cesta que reciben los trabajadores en las mismas fiestas. La empresa reclama también la no contratación de eventuales para cubrir vacaciones y descansos en 2013, así como la reducción del personal eventual en el Centro Ambiental de Los Ruices a partir de octubre, junto con una reducción de la jornada laboral de otros 50 eventuales, que pasaría de 35 horas semanales a 28.

La dirección de Limasa explicó en la pasada reunión a los representantes de los trabajadores «las dificultades» que ha generado la necesidad de cumplir el Laudo Arbitral del 17 de marzo de 2013, a la hora de lograr el ahorro de costes laborales en el presente ejercicio. Según la empresa, este laudo impidió la aplicación completa de las dos medidas que, de aplicarse a lo largo de todo el año, «habrían permitido alcanzar la reducción pretendida: la ampliación de enero a diciembre del periodo en el que la plantilla debe tomar vacaciones, y el trabajo de lunes a sábado con un descanso rotatorio». A ello, se sumó además la contratación como empleados fijos de plantilla de 24 personas, acordada en la desconvocatoria de la huelga el pasado mes de marzo.

Los representantes de los trabajadores lo han dejado claro: «No aceptamos ningún sacrificio más para 2013, que se olviden», señaló ayer el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, quien rechazó hablar de huelga u otras medidas de presión, pero advirtió con claridad que «si la empresa va por ese camino, pues la respuesta es blanco y en botella».

Los representantes de los trabajadores comunicaron a la empresa que lo primero es cerrar el 2013 sin nuevos cambios, y a partir de ahí negociar los acuerdos para 2014.

La propuesta de la empresa para el año próximo es un aumento de los recortes para compensar los seis millones menos que recibirá ese año. De hecho, en una nota el Ayuntamiento de Málaga respaldaba la propuesta planteada por la empresa en «la necesidad de reducir el coste de su masa salarial en 2 millones de euros en lo que queda de 2013, y 6 millones de euros en 2014, con el fin de ajustar dichos costes a la política de ahorro que inspira y rige el presupuesto del Ayuntamiento de Málaga».

La propuesta de la dirección de Limasa incluye las siguientes medidas congelación salarial; eliminación de la paga de productividad (que se cobra en enero); congelación de la antigüedad; reducción del plus complementario o de actividad en un 15% lineal para toda la plantilla; ampliación a todo el año del periodo para tomar las vacaciones (el convenio actual recoge que deben tomarse entre junio y septiembre); jornada semanal de lunes a sábado, descansando el domingo y un día entre semana; ampliación del horario de las misma de las 35 a 37,5 horas de trabajo por semana; eliminación de la quinta semana de vacaciones (6 días naturales, adicionales a las vacaciones) y que los trabajadores fijos y eventuales de larga duración no trabajen los festivos de 2014.

Otras medidas suponen la no renovación de tres eventuales cuyo contrato finaliza ahora; la incorporación al trabajo de calle de nueve empleados de oficinas. A su vez la empresa plantea modificar las condiciones laborales de 19 empleados de oficinas para adaptarse a los cambios anteriores, y la extinción de contratos por jubilaciones, prejubilaciones o reducciones de jornada y subrogaciones a otras empresas.