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MIMMA

Lo nunca oído en España

El Museo Interactivo de la Música acoge hoy el primer concierto de la renovada Orquesta Clásica de Málaga, la primera orquesta de España especializada en el Clasicismo, con obras de Graupner, Mozart y Haydn

Los espectadores que acudan hoy a las 21 horas al primer concierto de la temporada de la Orquesta Clásica de Málaga, que ofrecerá hasta junio una actuación mensual en el MIMMA (Museo Interactivo de la Música de Málaga, en la calle Beatas, 15), se llevarán de recuerdo unas cuantas sorpresas.

Como destaca el fundador de esta formación, el director Francisco Martín Jaime (Málaga, 1970), «orquestas barrocas hay muchas, pero esta es la primera orquesta clásica que se hace en España hasta donde yo sé».

La Orquesta Clásica de Málaga, que este catedrático de Dirección en el conservatorio malagueño y premio Reina Sofía de Composición fundó en 2003, se presenta hoy dispuesta a rescatar, durante toda la temporada, obras del periodo musical del Clasicismo, que abarcaría «desde 1720-30 a 1800», destaca, pues las décadas bailan dependiendo de cada país.

Este periodo entre el Barroco y el Romanticismo incluye a grandes genios como Mozart, Haydn o el primer Beethoven y para tratar de recuperar con más veracidad cómo se tocaba entonces, la orquesta estará formada por unos 14 músicos nada más. «Tocaremos 13 o 14 músicos no sólo para adecuarnos a la sala sino principalmente porque era la orquesta normal que había en la época con ligeras variaciones».

Que un número tan pequeño de intérpretes es fundamental lo evidencia con este ejemplo: «Mis profesores siempre me decían que Haydn escribía muy mal para flauta. Lo que ocurre es que con la Filarmónica de Berlín no se oye porque tocan con 18 violines primeros, 16 violines segundos, 8 violas, 6 violonchelos y 4 contrabajos. Haydn pensaba para una orquesta de entre 10 y 20 músicos y no de cien personas, por eso, cuando nosotros hemos tocado a Haydn con los efectivos orquestales que tenía, la flauta se oye perfectamente y tiene un color maravilloso».

El director malagueño tiene pensado, «para un futuro por lo menos mediato», poder tocar también con instrumentos originales aunque precisa que «no se sabe cuál era el sonido del Clasicismo, pero sí se puede llegar al mismo resultado sonoro con instrumentos modernos».

El concierto de hoy, con un precio de 12 euros la entrada, se interpretará en un salón con un aforo de unas 80 personas en la nueva sede del MIMMA, en el recién restaurado palacio del Conde de las Navas de calle Beatas, 15.

La primera pieza del concierto será una obertura de Christopher Graupner, un músico de transición entre el Barroco y el Clasicismo que como recuerda Francisco Martín Jaime, «era amigo de Bach padre y tocaba el cémbalo y el violín con uno de los hijos de Bach sentado al lado y con Haëndel tocando la flauta detrás». De una intenso sentido de la modestia, dejó escrito en su testamento que todas sus obras se arrojaran al fuego. Por fortuna para los amantes de la música clásica, la orden no prosperó.

Los espectadores de esta noche tendrán también la oportunidad de escuchar a Marta Cara al piano interpretando el concierto para piano y orquesta número 12 de Mozart, en unas condiciones parecidas a las de su estreno, con una orquesta reducida, aunque en un sitio bien distinto ya que, como destaca el director malagueño, «Mozart estrenó los conciertos 11, 12 y 13 para piano en un casino en Viena».

Cerrará el concierto la sinfonía número 83 de Haydn, conocida como La gallina porque unas notas del oboe en el segundo movimiento recuerdan el cacareo de este ave.

Martín Jaime anuncia también para esta noche una importante sorpresa relacionada con la «pedagogía musical para adultos», otra novedad que no se ha visto en nuestro país, resalta. Muchas sorpresas musicales en este museo que dirige Miguel Ángel Piédrola, «con un planteamiento museológico diferente» y ahora también, con atractivas novedades para el oyente español.

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