La fiscal delegada de Violencia contra la Mujer, Flor de Torres, elevó ayer la petición de pena solicitada para el hombre acusado de matar a su exmujer en la barriada de El Palo en 2011 con un hacha y un cuchillo, al entender que se ensañó. El juicio ha quedado visto para sentencia después de que el procesado dijera en su derecho a la última palabra que quería «pedir perdón a la familia y agradecer que cuiden de mi hija». «Lo siento mucho», apostilló.

Así, la Fiscalía solicitó en sus conclusiones finales la pena máxima de 25 años por el delito de asesinato, al añadir la agravante de ensañamiento. A esto se suman los delitos de malos tratos habituales, amenazas y quebrantamiento de condena; en total 31 años de prisión, misma pena que pide la representación de la familia. En el caso de la defensa, pide cinco años de prisión por un delito de homicidio con la atenuante de alteración psíquica.

Los hechos sucedieron en febrero de 2011. Las acusaciones sostienen que el acusado había sometido a un control a su exmujer e ideó «un plan» para matarla, por lo que fue a una calle, sabiendo que pasaría para llevar a la niña al colegio, y se quedó «agazapado». Cuando ella pasó, le salió al encuentro y le asestó golpes con el hacha, que llegó a romperse. La víctima intentó huir pero él la siguió, se puso encima, sacó el cuchillo y la apuñaló varias veces.

La fiscal incidió en que este caso se trata de «un asesinato de género», para lo que se basó, entre otros aspectos, en la declaración efectuada ayer en el juicio por dos peritos que realizaron la evaluación psicológica del acusado, las cuales aseguraron que éste presenta muchos indicadores de un maltratador.