Un paciente tetrapléjico que lleva ingresado más de un año en el Hospital Carlos Haya amenaza e insulta a diario al personal que trabaja en la planta de Neumología de dicho centro sanitario, aseguran fuentes sindicales, que han pedido a la dirección del centro que tome medidas legales contra el hombre.

Según explicó a este periódico el delegado de prevención de UGT en el complejo sanitario, Vicente Sandoval, el enfermo, de origen marroquí, llegó al hospital para recibir cuidados durante unos días y la situación se ha alargado hasta llevar más de un año.

Al parecer, el joven sufrió un accidente hace ya varios años y tras recibir los cuidados pertinentes en el centro sanitario malagueño fue enviado al Hospital Nacional de Tetrapléjicos, donde fue tratado de sus dolencias.

Después lo enviaron de vuelta a Carlos Haya para que alguno de sus familiares aprendieran a darle los cuidados que precisa. «Se convirtió en un paciente ectópico -que no corresponde a la planta en la que está- y tras pasar por la UCI lo encamaron aquí, pero solo por unos días», señaló.

«Pero la familia ha optado por no llevárselo a casa, dicen que no reúne las condiciones. Este caso ya no debería estar en manos de Salud, sino en la de Servicios Sociales o Dependencia», afirma Sandoval, que reconoce que la situación es extraordinaria. Pero lo que realmente preocupa a los profesionales son las amenazas e insultos que cada día vierte sobre los trabajadores, sobre todo a las del sexo femenino. «Respetar a las mujeres no es una de sus virtudes. Sus insultos y amenazas a limpiadoras, enfermeras y auxiliares es constante», afirma. Aún así, explica que hace solo unos días uno de los jefes de servicio requirió al hombre que depusiera su actitud y fue insultado hasta en cuatro ocasiones.

El personal del centro no teme al hombre pues, dado su estado, no puede hacerles daño, pero sí a su familia. Al parecer, su madre ha amenazado a una trabajadora a la que vio en la calle y le dijo: «Me he quedado con tu cara y sé dónde vives». Por eso, según Sandoval, los trabajadores tienen miedo de que la familia ponga en práctica sus amenazas y tome represalias.

Desde UGT piden que el hospital tome cartas en el asunto. «Saben de esta actitud y cada vez va a más. Coge confianza porque nadie le dice nada y sigue vejando a los trabajadores, tanto él como su familia», dice. Por este motivo, han pedido que el centro tome medidas como en el caso de la familia de un menor ingresado en el Materno que había amenazado e incluso agredido a trabajadores. En este caso se les puso una medida de alejamiento, por lo que exigen que ahora también se denuncie a la Fiscalía.

Fuentes del hospital explicaron a La Opinión que ya se ha puesto en marcha el procedimiento legal oportuno en caso de agresiones y que el caso está en manos de la asesoría jurídica del centro, que ya ha hablado con los afectados.