La protesta contra el traslado de la Unidad del Dolor no solo congregó ayer a pacientes, asociaciones y sindicatos. También contó con la presencia del antiguo coordinador de la unidad del Dolor desde 1979 hasta hace tres años, cuando se jubiló. Francisco Linares es toda una institución en Málaga y criticaba indignado que el cambio no va a beneficiar a los pacientes. Además, señalaba que los puestos de esta unidad no son «funcionales», como publicó ayer este periódico según las declaraciones del director médico José Antonio Medina. «No todos los anestesistas están preparados», indicó.

Otros profesionales señalaron que sólo un 1% de esta rama de la medicina sabe tratar a estos enfermos y regular sus bombas analgésicas. De hecho, indicaron que muchas veces cuando acuden a urgencias los envían de vuelta a casa pues no pueden hacer más por ellos. Es decir, les recomiendan acudir a la Unidad del Dolor en día laborable.

«Este enfermo no es el ambulatorio que necesita cuidados puntuales. Se trata de un paciente crónico que necesita un seguimiento continuo y que tiene que ir a la unidad muy a menudo», señala Linares.

Además, insistió en que la mayoría de pacientes que acuden a la Unidad del Dolor son oncológicos y con dolores crónicos, por lo que los cuidados para su calidad de vida son «imprescindibles».