Málaga ha sido la primera provincia andaluza que Felipe VI ha visitado de Andalucía, concretamente vino al Museo Picasso y presidió, junto a Doña Letizia, la cena de gala del foro España-Estados Unidos en el Museo del Automóvil.

No se trata de la primera vez que viene por tierras malagueñas. Hace 18 años viajó por vez primera a la Costa del Sol. El entonces príncipe Felipe vino para conocer la Semana Santa y ver en primera persona Mena, Misericordia y Esperanza. Fue el Jueves Santo de 1996 y entre las anécdotas que envolvieron a aquella primera toma de contacto con la ciudad fue la sorpresa del monarca al ver los solares que inundaban las calles de uno de los barrios con más solera e historia de la capital:El Perche. Parecía una zona bombardeada como Sarajevo, señaló.

Le acompañaron el séquito político que dirigía a Málaga entonces. La alcaldesa, Celia Villalobos, el presidente de la Diputación, Luis Vázquez Alfarache, o el gobernador civil, Ángel Fernández Lupión.

El Príncipe también estuvo en la casa hermandad de Misericordia, donde también sacó los tronos, y de la archicofradía de la Esperanza y a esa visita oficial le siguieron cuatro más y una de carácter privado.

Hubo que esperar hasta abril de 2002 para que volviera a visitar la capital. Su Alteza conoció de primera mano los proyectos y aspectos socioeconómicos y culturales de la ciudad tras su periplo en Sevilla y Granada.

Entre las actividades que protagonizó estuvo la inauguración del nuevo edificio del Rectorado de la Universidad de Málaga, que se situaba en el centro de decisión de la ciudad: en el antiguo edificio de Correos, en el Paseo del Parque.

El próximo encuentro ya lo hizo comprometido con Letizia Ortiz. Era 2004 y estuvo en Málaga poco antes de su boda para inaugurar una conferencia sobre software libre y una exposición en el Museo Municipal de Málaga y ya no volvió a pisar la ciudad hasta el mes de marzo de 2012. Ocho años después. Fue una visita privada y no trascendió ya que vino como invitado, en compañía de la princesa, al enlace matrimonial de sus amigos Álvaro Fuster y la malagueña Beatriz Mira. Una ceremonia religiosa que se celebró en la capilla de San José de la Hacienda Nadales.

Conocer los talleres ocupacionales que Cáritas realiza con los jóvenes desfavorecidos fue el motivo que propició el siguiente encuentro con la ciudad, poco después de su última visita y en mayo de ese mismo año, en el campus de El Ejido.

Ambos son los los presidentes de honor de la Fundación Hesperia, que colabora económicamente con este proyecto y don Felipe recordó en su discurso la labor de Cáritas y la de otras entidades y reconoció la generosidad de los voluntaria para fortalecer el bienestar del conjunto de la sociedad.

Esta fue su última presencia juntos en la ciudad, aunque el todavía Príncipe sí que acudió a la llamada de la tecnología en abril de 2013, para la inauguración de la iniciativa Zem2All y el fomento de los vehículos eléctricos y en la que participa el Gobierno de Japón. Habrá que esperar al 7 de octubre para volver a verlos juntos en Málaga, ya que vendrán al 50 aniversario de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, como se ha anunciado esta misma semana.