­Hoy es el día. Este viernes 28, y mañana sábado, 29 de noviembre, los malagueños podrán demostrar su solidaridad una vez más. El Banco de Alimentos de la Costa del Sol (Bancosol) coordina la campaña de recogida de alimentos más multitudinaria de la provincia, en la que se prevén conseguir 600 toneladas de comida. Unos objetivos ambiciosos que superan con creces las 450 que se recaudaron en 2013. De momento, en los primeros datos arrojados por los organizadores a las 19.00 horas, la iniciativa solidaria ha reunido ya 198.000 kilos de comida.

Para conseguir llegar a las 600 toneladas, 4.000 voluntarios se repartirán por los 327 establecimientos que este año van a participar en la recogida. Datos que también demuestran el aumento de la implicación solidaria. El año pasado, la cifra de voluntariado se situó en 3.000 personas que se repartieron en 280 establecimientos. En 2012 recogieron 370 toneladas gracias a los 2.000 voluntarios que participaron. Un aumento progresivo que demuestra que «la participación social ya corre por las venas de los malagueños», apuntó el presidente de la Federación Andaluza de Bancos de Alimentos, Javier Peña. La directora general del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento, Ruth Sarabia; el vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Sergio Cubero, y uno de los representantes y coordinadores del voluntariado, Diego Vázquez, presentaron ayer de manera oficial la Gran Recogida 2014, que se celebrará en todas las provincias de Andalucía y en Ceuta.

Los alimentos recogidos este fin de semana serán enviados a la sede de Bancosol por los propios establecimientos. «Una novedad que facilitará la labor del banco de alimentos y los voluntarios». Una vez allí, 500 voluntarios organizarán y clasificarán los alimentos por tipo, caducidad y demanda. Su reparto se hará de forma progresiva a lo largo de 2015 entre las asociaciones adheridas a Bancosol.

Los productos que más se requieren en el banco de alimentos son los imperecederos y de primera necesidad: conservas, legumbres, pastas, aceites, leches, y también productos infantiles como los pañales, leche infantil o potitos. «Son productos costosos pero necesarios para aquellas familias con bebés», explicó el representante de los empresarios, Sergio Cubero.

«No queremos que este se convierta en un proyecto consolidado, debe ser una medida de actuación especial en este bache que estamos viviendo», apuntó Javier Peña.

Son estas acciones solidarias las que «alivian a las personas que lo están pasando mal por la situación del mercado laboral», explicó Peña. La situación económica continúa aumentando las fractura social en España. El 21,9% de los hogares se encontraban en 2013 en un estado de exclusión, según un informe publicado por la Fundación Foessa. Cifra que en 2007 se situaba en el 15,8 por ciento.

En Málaga, casi una de cada cinco personas sobrevive con una renta anual por debajo de la cantidad establecida, 7.000 euros al año para una persona o 14.700 euros para parejas con dos niños. «Es una locura que en el año 2014 haya gente que pase hambre», se lamentaba Diego Vázquez, responsable de Solidaridad Social de la Obra Social de Unicaja, que acudió al Consistorio en calidad de representante de la mesa organizativa de voluntariado. En ese momento, al responsable, que había pronunciado un discurso afectivo, se le quebró la voz entre signos de emoción y afirmó que ésta es «una iniciativa que no sería posible sin las miles de personas que colaboran», indicó.