­Los pacientes con hepatitis C desconfían de las declaraciones de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el pasado domingo en Twitter, cuando señaló que ningún andaluz se quedaría sin tratar en la comunidad por motivos económicos. Para los pacientes, tienen «dudosa veracidad».

«Creemos que es más de lo mismo», sostiene una miembro de la plataforma, María José Serrano. Y es que para la Plataforma de Enfermos de Hepatitis C en Málaga, este anuncio no quiere decir más que ningún tratamiento se quedará sin tratar, pero no que vayan a tomar todos Sovaldi.«Queremos que todos los pacientes con hepatitis C tengan acceso a los tratamientos de última generación», señaló una de las portavoces, que recordó que en Málaga hay unas 25.000 personas que padecen esta afección. No obstante, recordó que el 70% no está diagnosticada, por lo que no habría que hacer la inversión a la vez. Cada tratamiento de Sovaldi, que tiene una tasa de éxito del 98% tiene una duración de entre tres y seis meses y un coste por paciente de entre 25.000 y 50.000 euros. El próximo sábado se reunirán en Carlos Haya para pedir que el medicamento se suministre a todos.

Para Serrano, Susana Díaz miente porque la cifra de personas que toman esta medicación en la actualidad en Andalucía es residual. «En Málaga hay muy pocos, en Sevilla algunos más», afirma, mientras reconoce que los médicos siguen un protocolo específico y que sólo recetan para un número cerrado de los mismos.

El último de los estadios, el más gravoso de todos, es el F4. «Ese medicamento está enfocado a esos enfermos y a los descompensados, pero hay que darlo antes, antes de que empeoren y se complique la cirrosis», lamentó. El último escalón de los afectados por hepatitis C es precisamente la cirrosis o el trasplante de hígado.

Los tratamientos que se dan en la actualidad producen efectos secundarios. «El interferón es como la quimioterapia, daña a otros órganos. Pero no tiene sentido dañar a un corazón por curar un hígado», destacó. Cuestionados sobre el anuncio de Susana Díaz, que no dejaba entrever en sus tuits qué tipo de tratamientos se iban a dar a los pacientes, fuentes de la Consejería de Salud señalaron que desde la sanidad pública no se van a «escatimar» esfuerzos para atender a los pacientes con hepatitis C. «El Gobierno andaluz reitera su compromiso por este tipo de pacientes y garantiza que ninguno se va a quedar sin el tratamiento que requiera y su especialista le prescriba según la evidencia científica y los protocolos consensuados»-. Así, señalaron que Andalucía va a seguir trabajando para evitar un «sometimiento» a la industria farmacéutica, ya que en los tratamientos para hepatitis está en juego la vida de las personas, lo que requiere de sensibilidad.

«Es por ello que desde Andalucía consideramos necesario que la UE elabore una estrategia común para que los pacientes de todos los países y todos los territorios tengan acceso homogéneo a los tratamientos», dijeron, al tiempo que recordaron que la comunidad ha estado implicada directamente en todo momento en la elaboración de la estrategia terapéutica elaborada para el uso de antivirales en pacientes de hepatitis C. Esta estrategia, como todas en el ámbito de la salud, se irá actualizando según se incorporen nuevos fármacos o nuevas evidencias, gracias a la creación de un grupo de trabajo de profesionales clínicos que están trabajando en elaborar un registro de pacientes y realizar el seguimiento epidemiológico del impacto de uso de estos medicamentos.

«Desde Andalucía se están poniendo sobre la mesa todas las medidas sin escatimar esfuerzos, porque el Gobierno andaluz está comprometido con la sanidad pública y cree que los pacientes deben contar con todas las garantías de un sistema sanitario público, eficaz y eficiente».