Un Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga ha condenado a dos años y medio de cárcel y a cuatro de inhabilitación a un cirujano plástico de un hospital de la capital que operó de una liposucción a una mujer aplicando una técnica errónea y acabó perforándole el intestino. La víctima fue operada el 7 de noviembre de 2007 y murió el 1 de abril de 2008, después de que el médico no advirtiera hasta pasados varios días su gravedad.

Así, la juez considera probado que el hombre ejerció como especialista en cirugía plástica desde octubre de 2000 hasta el 26 de septiembre de 2014 en un hospital de la capital, y ha realizado 273 intervenciones de liposucción. El 7 de noviembre de 2007, el acusado le practicó una liposucción a una mujer de 44 años y madre de dos hijos, Encarnación Salazar.

Antes de la operación, se le practicó por el médico un estudio preoperatorio de la paciente, compuesto por una radiografía de tórax, un electrocardiograma y un análisis de sangre, sin que se le realizara, siempre según la juez, "sin la realización previa de una ecografía abdominal, y ello con el fin de concretar el grosor de la pared del abdomen". La mujer firmó el consentimiento informado, "donde rezan los posibles riesgos y complicaciones de la intervención, y que no incluyen el riesgo de perforación intestinal, del cual tampoco la informó verbalmente".

Durante la operación, el acusado aplicó "una técnica incorrecta, y se apartó frontalmente de la lex artis aplicable, manipuló incorrectamente las cánulas de aspiración, hasta el punto de penetrar la cavidad abdominal de la paciente". Ello originó una perforación de la pared abdominal de dos centímetros, entre otras, que desembocó en una peritonitis generalizada, y, a "causa de un seguimiento incorrecto postoperatorio por parte del doctor, no le fue diagnosticada hasta el sexto día, el 13 de noviembre de 2007".

Tras la operación, y pese a los fuertes dolores de la paciente, que precisaron de muchos calmantes, "el hoy acusado no advirtió ni sospechó nada anormal en su paciente hasta el sexto día después de la intervención, fecha en la que le fue diagnosticada por el servicio digestivo del hospital la serie de perforaciones intestinales causadas en la liposucción".

Tras el diagnóstico, la mujer, natural de Ceuta, fue sometida a siete intervenciones y resecciones intestinales y de colon, que acabaron desencadenando en la paciente "un fallo multiorgánico y arritmia vetricular", de los que falleció en Carlos Haya, un centro distinto del que se le operó, el 1 de abril de 2008.

El facultativo es sentenciado a dos años y medio de prisión por un delito de homicidio imprudente, así como también es inhabilitado durante cuatro años para ejercer la profesión médica. Su seguro, y como responsable civil subsidiario el centro en el que fue operada la mujer, tendrñan que pagar 210.000 euros al marido y los dos hijos de la víctima, y 30.000 euros a cada uno de los padres y el hermano de ella.