La asociación de vecinos La Unidad, de Nueva Málaga, reclama al Ayuntamiento la remodelación de la primera fase del Parque del Norte, la que llega hasta el campo de fútbol de La Unidad.

La instalación hace una semana de grandes letras con el nombre del Parque del Norte que asoman a la calle Martínez Maldonado y la avenida de Carlos Haya merecen esta reflexión de Elvira Quijano, la presidenta vecinal: «Las letras nos gustan porque anuncian el parque, lo que queremos es que lo que hay detrás de las letras sea igual de bonito».

En este sentido, explica junto a Pepi Tello -también de la asociación de vecinos- que esta primera fase del Parque es conocida por los vecinos como «el parque desnortado» y «el laberinto», por la profusión de arriates elevados que, a juicio de la asociación, constituyen una molestia.

A este respecto, la asociación pone de ejemplo a seguir la segunda fase, la que comienza tras el campo de fútbol y continúa hasta la antigua fábrica de Salyt, al ofrecer césped y grandes espacios, aunque también ponen una pega importante relacionada con el civismo: «El parque tiene el pipicán más grande de Málaga y sin embargo mucha gente pasea los perros fuera. Echamos en falta que se pase la policía y ponga multas», destaca la presidenta.

Para Elvira Quijano la solución para este tramo embovedado del Arroyo del Cuarto es eliminar todos los arriates: «Le hemos propuesto al Ayuntamiento quitarlos y que pongan césped. Que sea un parque en el que entres y veas lo que hay, porque como te pongas a pasear entre los setos, yo creo que te pierdes y no te echan en falta», ironiza.

En opinión de Pepi Tello, la profusión de setos y de parterres elevados y separados por muretes es un fastidio para los vecinos, que a veces tienen que dar la vuelta porque no hay salida. La presidenta pone un ejemplo: dos madres en el parque, cada una con un cochecito de bebé, «si una va para un lado y otra por el otro, una de ellas tiene que hacer un stop porque si no, se come el árbol o se mete contra la pared».

Además, para Elvira Quijano «hay parques de Málaga más antiguos que están mucho mejor que este» y recuerda cuando desapareció la tapia de los Jardines de Picasso: «Lo que ganó ese parque, pero a nosotros nos han puesto una barrera verde, pero barrera. Es horrible».

Del mejorable estado del parque las dirigentes vecinales ponen de ejemplo los muretes con desconchones y señalan el suelo, en mal estado, descolorido, «y pintado de tres colores», apunta Pepi Tello, que también llama la atención sobre el hormigón levantado a causa de las raíces de los ficus. A juicio de la presidenta, el ficus es un tipo de árbol que podía sustituirse por otros autóctonos que no hicieran tanta barrera visual. «Si los árboles fueran más pequeños y planos, con la copa ancha pero bajitos darían sombra pero al mismo tiempo sería un parque diáfano, pero con estos arriates...».

Y hablando de obstáculos visuales, las dos enormes piedras verticales de la fuente ornamental del Parque son un buen ejemplo para Pepi Tello que pide su sustitución.

El parque, destacan las dirigente vecinales, tiene además una sola fuente de agua potable y bancos orientados en hileras sucesivas hacia el mismo punto «y parece que los que se sientan están peleados». Defectos que sumar a este laberíntico parque que los vecinos quisieran totalmente cambiado.