­Cerca de 200 pacientes con hepatitis C de la provincia ya se tratan con los fármacos novedosos contra la enfermedad, que curan en un 90% de los casos, según datos del Hospital Regional Universitario de Málaga. En concreto, 190 malagueños se tratan desde el pasado enero con Sovaldi, un medicamento cuyos efectos secundarios son menos dañinos -y a veces inexistentes- que los de los tratamientos convencionales.

Según cálculos de la plataforma, esta cifra supone alrededor del 20% de las personas de Málaga en estadio F3 y F4, los más avanzados de la enfermedad. Muchos esperan su cita para los próximos meses y están esperanzados por su situación, ya que los profesionales sanitarios han tratado de priorizar para que reciban el tratamiento los que están más graves.

El portavoz de la plataforma de Afectados por Hepatitis C en Málaga, Emilio Domingo, admite que Andalucía es la comunidad autónoma que más facilidad está dando a los pacientes para acceder al tratamiento. Así, admite que Madrid y Valencia son las comunidades en las que más problemas están teniendo los pacientes.

No obstante, Domingo recordó que la mayoría de personas que padece el virus no lo sabe y que cuando se le detecta ya está en un estado avanzado, por lo que espera que Sovaldi llegue a los enfermos que aún no tienen cirrosis en el hígado. De hecho, reconoció que ya hay pacientes de la capital que reciben la medicación sin haber desarrollado cirrosis y confía en que la cifra se amplíe aún más.

Es el caso de María José Herrero, que padece la enfermedad desde hace más de treinta años aunque sabe que la tiene desde hace aproximadamente una década. Calcula que fue en una operación, en la que le transfundieron sangre, cuando se infectó de hepatitis C. A pesar de que no ha padecido sus síntomas, en la última visita al médico le comunicaron que tenía fibrosis. «Llevo tres semanas tomando Sovaldi, estoy muy esperanzada», afirma la mujer, que admite que en ocasiones ha sentido miedo por lo que podía pasarle en un futuro si la enfermedad se complicaba. También está tomando el tratamiento Antonio Robles, que con 55 años se siente ahora como hace décadas.

Se enteró de que tenía hepatitis C mientras luchaba contra un cáncer. Entonces, le descubrieron que estaba en estado F4 y tenía cirrosis. Tras cinco semanas con Sovaldi, se siente otro. «Hoy -por ayer- he ido a la consulta. Me han dado los resultados de los análisis y el virus ya está indetectable», afirma el hombre emocionado, que asegura que el nuevo tratamiento le ha cambiado la vida. «Antes estaba amargado, resignado. Ahora tengo esperanzas», señala el hombre, que aún debe tomar el tratamiento durante dos meses más.

Igual le ocurre a Antonio Rivas. Natural de Ardales este malagueño, con el que ya habló este periódico hace un mes, siente que su vida ha dado un giro de 180 grados. El último análisis de sangre ha arrojado el tan deseado resultado: el virus está indetectable. «Espero que cuando acabe el tratamiento en unos meses -se lo han prescrito para medio año- el virus haya desaparecido», dice el hombre, que tiene cirrosis y un poco de anemia derivada del tratamiento. «Pero que todo sea esto», dice, consciente de que aunque el virus se vaya, la afectación en el hígado no desaparecerá.

Rivas lleva poco más de 40 días tomando el tratamiento y al tercero ya notó mejoría. «Estoy a punto de la curación», explica el hombre, que ahora visita junto a sus compañeros de la plataforma barrios de Málaga y pueblos para dar a conocer los nuevos medicamentos y para animar a los pacientes a que renuncien al estigma.

La Junta de Andalucía ha decidido apostar por estos pacientes. El pasado 20 de febrero amplió su protocolo para el abordaje de la hepatitis C y aumentó la prescripción de los nuevos tratamientos disponibles con el que pretenden llegar a más del 40% de los enfermos andaluces.