­Los teleoperadores del 061 cumplen hoy veinte días encerrados en la sede de la Empresa sanitaria Pública de Emergencias (EPES) para denunciar su situación laboral. Según denuncian, la empresa ha incumplido en varias ocasiones el convenio colectivo y ha expedientado a trabajadores que se han quejado por ello, por lo que aseguran que se han producido «abusos laborales». Los trabajadores se encerraron el pasado 26 de marzo para denunciar la forma de proceder de la empresa, subcontratada por la Junta de Andalucía para cubrir la gestión de casos de emergencias públicas en la provincia.

El secretario general de CGT Andalucía, Miguel Montenegro, aseguró ayer a La Opinión que con esta reivindicación los empleados sólo piden a la empresa que respete su convenio colectivo. «Hablamos de condiciones laborales mínimas permitidas por la empresa pública que tiene encargada la gestión a Mkplan21», destacó, al tiempo que criticó que el convenio que les regula no respeta los turnos, las vacaciones ni los descansos. «La situación les lleva al esclavismo y a la sumisión total, hay políticas disciplinarias terribles con descuentos en sus ya de por sí precarias nóminas», señaló. Por eso, Montenegro lamentó que de momento la empresa no ha mostrado interés por dialogar, por lo que tras una nueva asamblea celebrada ayer, los trabajadores han refrendado continuar con el encierro y hacer un acto reivindicativo este jueves en el PTA, donde está ubicada la empresa. Los setenta teleoperadores harán una marcha fúnebre que exigirá a la empresa que cambie su forma de proceder y, si esto no se produce, que la Junta elimine la subcontratación del servicio para que los trabajadores pasen a formar parte directa de la Agencia Pública dependiente de la Junta.

Por su parte, el delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Málaga, Daniel Pérez, recordó que en ningún caso el servicio sanitario se ha visto afectado e informó de que se trata de una reivindicación laboral entre los trabajadores y Mkplan21, que esperó se resuelva «cuanto antes». «Si llegado el caso las conversaciones no llegan a buen puerto, afectan de manera negativa al trabajo y no se cumple con las cláusulas del contrato, podríamos pedir una revisión del mismo, pero creemos que hay voluntad de diálogo», dijo. Este periódico trató de ponerse en contacto ayer en reiteradas ocasiones con la empresa, en vano.