La vida del pintor Rafael Jaime (Málaga, 1940) ha transcurrido entre su ciudad natal, Cádiz, Barcelona, Ibiza, exposiciones por media España.... y el denominador común de todos estos rincones ha sido, además de su amor por el arte, la música clásica.

«Yo iba a conciertos de mis hijos, al Palau de la Música de Barcelona, al Liceo, siempre escuchaba música y cuando volví a Málaga en el 93 me bullía la idea de hacer una exposición sobre músicos», cuenta.

Huérfano de padre y madre con 10 años, Rafael pudo seguir, pese a los graves inconvenientes de la vida, su vocación y con 12 años entró en la Escuela de Artes y Oficios de Málaga y años más tarde, compaginando trabajos con estudios, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jordi, en Barcelona, en los años en los que ya despuntaba Tapies.

Y la música clásica siempre como sinfonía de su vida: «El primer retrato que vendí fue uno de Beethoven», cuenta. En ese ambiente de arte y música se han criado sus tres hijos, que son tres artistas: Fredi, dibujante; Carlos, catedrático de violín en el Conservatorio de Cádiz y Cristina, profesora de guitarra.

Y ese viejo proyecto del 93 se hizo por fin realidad tras dos años y medio de trabajo: 30 retratos de compositores agrupados en la serie Grandes Músicos, que puede verse en el Ateneo, institución a la que le atrajo mucho el proyecto.

Después de una etapa inicial figurativa y otra en la que imperó el «surrealismo onírico» el descubrimiento del austriaco Oskar Kokostcha hizo decantarse a Rafael Jaime por el expresionismo, etapa en la que se encuadran estas pinceladas cargadas de música magistral.

La selección, por cierto, más que el criterio cronológico ha tenido en cuenta los gustos del propio artista con una sola concesión, Eduardo Ocón, para incluir en la muestra a un compositor malagueño. «He metido a los que más me han gustado», destaca. El objetivo, subraya, es dar a conocer al público los rostros de los compositores porque «a la gente le gusta la música, escucha la Quinta de Mahler, un concierto de violín de Tchaikovsky pero ¿sabe la gente cuáles son sus caras?», se pregunta. Para subrayar el contenido didáctico, cada retrato -y todos miden 1x 80- viene acompañado por tablillas con los principales datos y obras de cada creador.

Y entre los retratados, Bach, Mozart, Beethoven, Wagner, Vivaldi, Berlioz pero también artistas del siglo XX como Shostakovich, Falla, Ravel, Stravinsky o el norteamericano Aaron Copland.

Y una peculiaridad: a la hora de pintarlos se ha hecho con copias de fotos y retratos en blanco y negro «para que no me influencie el color y lo pueda pintar a mi manera».

Rafael Jaime está convencido de que esta muestra tiene una clara proyección internacional, «y que no desentonaría ni en Segovia ni en Australia». Eso sí, se muestra desencantado en general con el poco interés que por la cultura existe en las administraciones e instituciones en Málaga. «Es que no hay interés», recalca.

El viernes 29 de mayo a las 8 de la tarde la muestra cerrará con un concierto que ofrecerá la ensemble Orquesta de Guitarras de Barcelona, de la que forma parte Cristina, la hija del artista, que ha querido ofrecerle este regalo a su padre. La entrada será gratuita hasta completar aforo y pondrá música a los retratos repletos de arte y energía creativa de Rafael Jaime.