"Queremos hacer más contratos estables pero nos hace falta tiempo"

­Javier González de Lara, que accedió al cargo de presidente de la CEM en 2011 sustituyendo a Vicente García, inicia su segundo mandato al frente de los empresarios malagueños. Desde el pasado año compagina además esta tarea con la presidencia de la patronal andaluza CEA.

¿Cómo afronta esta segunda etapa al frente de la CEM?

Tengo una gran ilusión por este mandato, que es el de la consolidación del proyecto de un nuevo tipo de CEM basado en una gestión transparente y participativa, algo que también estoy tratando de exportar con mucha dificultad a la CEA en Andalucía. No porque me esté encontrado allí más resistencia, sino porque hay que cambiar muchas estrategias e ideas. En definitiva, se trata de estar más cerca de las empresas y de la sociedad civil y me enorgullece que mi trabajo en la CEM en estos años haya sido también lo que hizo que se fijaran en mí para la CEA.

¿Cómo cree que percibe la sociedad a los empresarios?

La imagen del empresariado se ha revalorizado. Se han roto muchos estereotipos falsos que no se correspondían con la realidad. Ahora los jóvenes saben y valoran más lo que es ser empresario y tener un negocio. Lo que pasa es que todavía hay quien se empeña en distorsionar esos valores. Por ejemplo, cada vez que llega una campaña electoral, los políticos empiezan a hablar de crear miles de empleos, cuando quienes creamos empleo somos los empresarios. Parece que nosotros sólo destruimos empleo, y eso no es así. Tenemos que seguir cambiando algunas ideas y mentalidades.

¿Estamos ante el inicio de una nueva etapa de crecimiento?

Espero y deseo que sea así. Málaga tiene ahora mismo mucha más ilusión en el futuro por la coyuntura que vivimos y por sus propias posibilidades. Estamos preparados para crecer de nuevo, pero necesitamos un entorno favorable para que el cambio de tendencia se consolide. Sobre todo, estabilidad institucional. La palabra mágica en la economía es la confianza, y hace falta recuperarla. En Málaga han desaparecido unas 15.000 empresas con la crisis y en Andalucía 55.000. Son cifras espeluznantes. Costará trabajo recuperar ese músculo. Por eso es necesario acompasar el cambio de ciclo económico con la debida estabilidad institucional. Porque si no, ahora mismo, todo está en el aire.

¿Hay temor entre los empresarios ante la irrupción de los partidos emergentes y la fragmentación política?

No, en absoluto. Sí hay inquietud e incertidumbre porque queremos que se defina el futuro cuanto antes. Los empresarios lo que queremos es que las cosas funcionen y se tomen las medidas oportunas.

Volviendo al tema económico, la duda es cuándo se empezará a generar empleo estable. Porque de momento imperan las contrataciones temporales y a tiempo parcial.

Cuando se empieza a preguntar sobre la calidad del empleo es buena señal, porque eso significa que por lo menos hay movimiento en el mercado laboral. Lo digo porque hasta hace poco la contratación era nula, estaba perdida. La vocación del empresario es contratar y hacerlo de forma estable pero para ello necesitamos saber si el nuevo ciclo económico se consolida. Nosotros estamos esperanzados de que así será y en cuanto eso se perciba las contrataciones estables volverán. Es todo una cadena. Es lo que deseamos, pero necesitamos todavía algo más de tiempo.

¿Asumen que han cometido también errores?

Quien diga que no los comete ni tiene humildad ni dice la verdad. Sabemos que hasta la crisis muchas empresas vivieron por encima de sus posibilidades, endeudándose como si el crédito nunca fuera a faltar. Dicho esto, hemos aprendido a ser más eficientes a base de sacrificios y golpes, sabiendo que también hemos hecho indirectamente sufrir a muchas personas que han perdido sus empleos. Pero lo mejor del empresariado de Málaga es su capacidad de adaptación y transformación. Somos ahora más competitivos que antes.