Cerca de 2.000 malagueños han trabajado durante el último año en el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural, que impulsa la Obra Social "la Caixa" y que busca mejorar la calidad de vida, la cohesión social y la convivencia entre vecinos.

Cada vez son más los vecinos que quieren formar parte directa de la mejora de sus barrios, por lo que se han comprometido, junto con las instituciones públicas y privadas que actúan en la zona, para conseguir una mayor convivencia y fomentar las relaciones interculturales en sus territorios, marcados por una gran diversidad cultural.

Con este objetivo nació el proyecto, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem), en el que los vecinos han mostrado una gran voluntad de encuentro y diálogo para conseguir una mayor cohesión social en sus territorios, han explicado desde "la Caixa" en un comunicado.

Pero todo este trabajo no se entiende sin la colaboración también de la administración local y más de 50 entidades malagueñas del distrito Bailén-Miraflores de la capital que se han corresponsabilizado del proceso y han prestado su tiempo y recursos para hacerlo posible.

En rasgos generales, el primer año del Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural ha permitido la generación de un amplio proceso de participación local de las administraciones, los profesionales y la ciudadanía; el trabajo desde el ámbito socioeducativo con infancia, jóvenes y familias a favor la convivencia intercultural; el impulso de una acción comunitaria en el ámbito de la salud desde la perspectiva intercultural, y la mejora de las relaciones ciudadanas y del sentimiento de pertenencia en el barrio.

Programación comunitaria

El objetivo del proyecto, la gestión positiva de la interculturalidad, se consigue día a día gracias al trabajo conjunto y a la organización de actividades como las que este verano se están llevando a cabo en Bailén-Miraflores.

Durante el mes de julio, alrededor de 600 personas participaron en la Escuela Abierta de Verano, una propuesta que contó con un amplio programa de actividades para menores, adolescentes y familias, y que ha querido hacer del verano un tiempo de ocio compartido, inclusivo y saludable.

También destacan las actividades educativas y las destinadas al uso del ocio y tiempo libre como cuenta cuentos, animaciones, rap, escalada o yincanas. Todas las actividades promueven tanto la educación ambiental como la salud comunitaria, el fomento de la convivencia en un mismo espacio entre culturas y generaciones.

Durante este año otra de las propuestas destacadas ha sido la Acción Global Ciudadana que se celebró en Málaga, durante el mes de abril y que consiguió reunir a alrededor de 1.000 participantes, unidos por el fomento de la convivencia en actividades que tomaron las calles del barrio y las llenaron de color y actividad conjunta para estrechar lazos y romper tópicos.