­El año 2015 está dejando en Málaga las mayores tasas de empleo a tiempo parcial que se recuerdan reflejando, según afirma el sindicato UGT, la máxima precariedad que ha alcanzado el mercado de trabajo casi cuatro años después de la implantación de la reforma laboral. Más de la cuarta parte de los trabajadores por cuenta ajena de la provincia (exactamente el 26,2% del total) trabajan ya por horas y no a jornada completa, según explicó ayer la secretaria general de UGT en Málaga, Auxiliadora Jiménez, lo que sitúa a alrededor de 136.600 empleados malagueños con esta modalidad contractual. Las cifras son superiores en 11.000 personas a las de hace un año y en 41.600 a las que había en 2012, fecha en la que entró en vigor la reforma laboral.

Jiménez aseguró que casi el 80% de los empleados con contratos a tiempo parcial desearían trabajar a jornada completa, pero lamentó que ni sus empresas están dispuestas a hacerles esos contratos ni estas personas encuentran actualmente ese tipo de oferta de trabajo en el mercado. El peso del empleo a tiempo parcial en Málaga entre los asalariados es, además, el más alto de Andalucía, por delante de Cádiz (24%), Córdoba (20,8%), Granada o Sevilla (ambas con el 18%).

Los datos ofrecidos por este sindicato, elaborados a partir de las cifras de la EPA, el SEPE o el Observatorio Argos de la Junta de Andalucía, revelan también que el empleo en Málaga se caracteriza «por la precariedad». Al aumento de la contratación a tiempo parcial y de la estacionalidad, hay que añadir así en 2015 un importante aumento de la tasa de temporalidad entre el total de ocupados malagueños, que se sitúa en estos momentos en casi un 35% del total, casi cuatro puntos más que el pasado año nueve en relación con el año 2012.

Además, del total de contratos que se han firmado en el primer semestre de 2015, el 95,1% han sido temporales, con sectores como el agropecuario y la construcción donde se alcanza entre el 96% y el 99% de las nuevas altas realizadas. «Cambiamos empleo estable por empleo de mala calidad», lamentó la secretaria general de UGT. De esta forma, tan sólo un 4% del global de contratos firmados durante la primera parte del año han sido indefinidos. Para colmo, casi la mitad de estos contratos fijos eran también a tiempo parcial o correspondían el perfil de fijos discontinuos, con lo que, añadió Jiménez, «tan sólo 7.000 incorporaciones de malagueños han correspondido en lo que va de año al tradicional concepto de indefinido y a tiempo completo».

Respecto a la duración de los contratos firmados en Málaga durante los seis primeros meses del ejercicio, UGT detalló que la mitad fueron en la modalidad de eventual por circunstancias de la producción y que, de ellos, el 70% fueron incorporaciones que duraron menos de un mes. Los contratos temporales por obra y servicios, de duración indeterminada, es la otra gran modalidad utilizada por las empresas para la incorporación puntual de trabajadores.

Críticas a la reforma laboral. Con todos estos datos, la secretaria general de UGT en Málaga calificó de «auténtica vergüenza» que el Gobierno pretenda trasladar una imagen de mejora en el mercado laboral de la provincia y aseguró que la reforma laboral aprobada por el PP a inicio de la legislatura «ha empobrecido a los trabajadores e intercambiado empleo indefinido por empleo temporal y precario», fomentando además una continua rotación de los trabajadores por los mismos empleos y «una enorme bolsa de explotación y economía sumergida».

«No se trata de seguir engañándonos con los grandes datos macroeconómicos y con descensos puntuales del desempleo durante períodos muy concretos, sino analizar la realidad desde el terreno, y los datos, tristemente, son contundentes. Resulta inadmisible que intenten hacernos creer que ésta es la salida de la crisis», afirmó Jiménez.

A su juicio, la provincia sigue siendo enormemente dependiente del sector servicios, sin que la planificación estratégica para tratar de diversificar el tejido productivo «haya ido más allá de los discursos».