Los escritores Miguel del Rey y Carlos Canales son los últimos en abordar, desde una perspectiva muy rigurosa, la vida del singular militar y político malagueño Bernardo de Gálvez, héroe de la independencia norteamericana a finales de siglo XVIII, cuya figura se ha revalorizado en los últimos años después de que se reconociese su decisivo papel en la formación de Estados Unidos y que en diciembre pasado fue nombrado ciudadano honorario de aquel país. Además, recientemente se ha propuesto que se le conceda el título de Hijo Predilecto de Andalucía.
El libro está disponible desde ayer en todas librerías. Los autores son Miguel del Rey Vicente, exdirector de la revista Ristre y autor especialista en historia militar que ha publicado, entre otros, los libros La Guerra de África (1859-1860) y Las Guardias Reales en la campaña de Italia, y colaborado con numerosos medios de comunicación. Carlos Canales, por su parte, es abogado y escritor, además de colaborador en diversos medios. Forma parte del proyecto norteamericano de historia Edge & Cleaver y, junto a Miguel del Rey, ha publicado numerosos libros sobre el arte de la guerra, entre ellos De madera y acero, Halcones del Mar o Exilio en Kabul.
El libro, editado por Edaf, está titulado Bernardo de Gálvez. De la apachería a la épica intervención en la independencia de los Estados Unidos, y cuenta con varios desplegables que muestran desde mapas de la época, hasta los diferentes uniformes de una época que ha recreado el cine en innumerables ocasiones: así podrán conocer cómo vestían los oficiales británicos, los miembros de la Milicia armada, las banderas de las diferentes naciones con intereses en la zona, entre ellas España, Reino Unido o Francia, o el atuendo de los guerreros comanches o apaches.
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«La figura de Bernardo de Gálvez sirve muy bien para analizar el trato que suelen recibir en España sus hombres más ilustres. Se ha pasado de ignorar todos los aspectos de su vida a convertirlo en un héroe del Olimpo, capaz de los trabajos de Hércules. La memoria colectiva tiende a recordarlo en esas circunstancias de modo extremo, sin grandes matices», precisan los autores en la contraportada del libro.
«No debe ser así», indican, puesto que el general malagueño adquiere su justa talla «cuando se estudia su vida con absoluta objetividad y eso es lo que se hace en esta ocasión: desde los inicios en Nueva España, hasta su regreso al virreinato -donde falleció a los cuarenta años-, sin olvidar su paso por Norteamérica y el apoyo incondicional que, desde su puesto de gobernador de Luisiana, dio a la independencia de los Estados Unidos».
Una advertencia
Los escritores advierten de que muchos sucesos no van a gustar a sus seguidores, pero añaden: «Tras la lectura de sus hazañas debemos situar a Bernardo de Gálvez y a su familia en el lugar correcto, y dejar claro lo que fue, un notable militar y político que dedicó su vida a defender los intereses de su patria, España, a la que sirvió siempre de la mejor forma posible, pero sin poder separar sus actos de su época y de su tiempo. Nada más y nada menos».
Recepción real a los miembros de la asociación
El rey Felipe VI recibió el pasado lunes, en audiencia militar, a una representación de la Asociación Bernardo de Gálvez y Gallardo, Conde de Gálvez, compuesta por el presidente, Miguel Gallardo, el vicepresidente, Manuel Olmedo, el tesorero, Antonio Quiles, y los miembros de la Junta de Gobierno Mirentxu de Haya Gálvez y Francisco Cabrera. El acto tuvo lugar en el Palacio Real.
