El agua culebrea entre los riscos y quebradas de los Montes y desde el punto de vista administrativo se comporta como los ojos del Guadiana, porque la llegada del agua potable a los Montes de Málaga ha adoptado en los últimos tres lustros la forma de una promesa del alcalde y la de un par de proyectos municipales (en 2004 y 2011) pero también se les ha escurrido a los vecinos de las manos o esa sensación tienen.

Así se sintieron al menos a mediados de septiembre, cuando en una reunión en Urbanismo a la que asistieron una docena de vecinos y portavoces vecinales, así como los concejales de Urbanismo, Medio Ambiente y el distrito Este. «La sorpresa que nos llevamos es que se pusieron un montón de pegas, como que vale mucho dinero y que con el agua se fomentaría la urbanización de los Montes», cuenta José Martín, portavoz vecinal de cinco asociaciones de los Montes de Málaga y vecino de Alto Jaboneros. Para Martín, con esa lógica municipal «los vecinos jamás en la vida tendrán agua en los Montes», por eso subraya que no habrá urbanización en la zona a raíz de la llegada del agua potable «si el Ayuntamiento y la Junta no quieren».

Como no hay agua potable, los vecinos tienen que pagar de su bolsillo los camiones del agua. Un negocio ruinoso y que a su juicio les discrimina, «porque estamos en el término municipal de Málaga», recalca José Martín, que recuerda la promesa del alcalde en 2000 de que conduciría el agua a los Montes.

Se da el caso además de que en marzo el Ayuntamiento declaró varios núcleos de la zona hábitat rural diseminado, un reclamación por la que los vecinos de los Montes, además de batallar, se rascaron el bolsillo: en 2008 pagaron 40.000 euros por sendos proyectos de plan especial para Alto Jaboneros y Venta El Detalle, con los que aligerar los trámites para ser declarados cuanto antes hábitats rurales diseminados, algo que finalmente consiguieron.

Como informó ayer José Martín, la próxima reunión con Urbanismo tendrá lugar el 19 de octubre y aprovecharán para volver a plantear la reclamación del agua. El presidente recuerda que en el último proyecto municipal de 2011 se calculaba que conducir el agua costaría 5,5 millones de euros, pero precisa que «como han bajado las cosas, calculo que ahora costaría entre 3 y 4 millones». José Martín precisa que los vecinos cederían los terrenos para las conducciones y que la Junta no pondría pegas al paso de las tuberías por la carretera principal.

Y con respecto a la Administración autonómica, los colectivos vecinales también tratan de conseguir mejoras: hace un mes visitó los Montes el delegado de Medio Ambiente Adolfo Moreno y las asociaciones le reclamaron el arreglo de un carril sin asfaltar que transcurre por el parque natural de los Montes. «El carril afecta a unas cien viviendas y está fatal», comenta José Martín, que en la próxima reunión con el Ayuntamiento quiere también plantear la situación de las viviendas ilegales pendientes de demolición por orden judicial. A su juicio, acelerar el envío de documentación a la Junta para que dé el visto bueno a los nuevos hábitats naturales puede salvar estas viviendas.

El concejal del distrito Este, Julio Andrade, reiteró ayer el compromiso del Ayuntamiento de llevarles el agua, «pero tienen que tener paciencia porque falta el visto bueno de la Junta a todos los nuevos hábitats rurales diseminados, por eso no podemos empezar todavía a desarrollar proyectos individuales».