Los vecinos de Bailén-Miraflores continúan dando pasos para expresar su rechazo a la posibilidad de disponer de un tranvía por Eugenio Gross y Blas de Lezo, ya que consideran que supondrá un caos de tráfico al eliminar gran parte de la circulación por estas transitadas vías. Tras la concentración realizada por representantes vecinales el pasado viernes, ayer continuaron presentando un escrito de rechazo a este proyecto en el registro municipal.

Este movimiento de piezas se realiza en un momento clave, ya que entre noviembre y diciembre se tiene que cerrar el diseño de las calles una vez que se construya el tranvía y eso implica encontrar un consenso vecinal que, actualmente, parece difícil. Al menos, y es un cambio fundamental respecto a hace seis meses, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se decanta ya sin ambages por la defensa de la solución en superficie.

«No vamos a consentir el tranvía en superficie en nuestro distrito», así de contundente se muestra el escrito de la asociación de vecinos de Gamarra, que ha sido secundado por una decena de entidades sociales y vecinales de la zona. El miedo principal es la pérdida de espacio para el coche y que ocasione un caos circulatorio en la zona. Además, se critica la desaparición de líneas de la EMT, que serán sustituidas por el tranvía como principal medio de transporte público para ese entorno.

«Nos parece una barbaridad que el proyecto del tranvía se base en eliminar líneas de EMT para poner metro», indica el escrito de estas asociaciones, que reclaman que el dinero se destine a reforzar las líneas de autobuses actuales y mejorar los tramos del metro que están en construcción.

Otro de los miedos que se aprecia en el escrito es a las consecuencias de las obras del metro en los comercios de la zona: «Por desgracia la experiencia de las obras del metro en Málaga es incumplimiento de plazos, cierre de comercios y deterioro de espacios de la ciudad».

Ese escrito articulan los argumentos vecinales en contra del tranvía, a la vez que llevan ya dos semanas recogiendo firmas entre los vecinos, con hojas repartidas entre los comercios que buscan dar apoyo social a sus reclamaciones.

En todo caso, la esperada reunión entre los vecinos y técnicos de la Consejería de Fomento es clave para determinar el futuro de este proyecto, que por otro lado es fundamental para evitar un sobrecoste excesivo en el gasto de mantenimiento de esta infraestructura. La construcción en superficie hasta el Hospital Civil fue la alternativa acordada con el Ayuntamiento para asegurar que se alcanzarían los 21 millones de pasajeros al año y con un coste de ejecución controlado.