­El comercio y la hostelería siguen siendo los sectores preferidos por los emprendedores malagueños que se plantean la puesta en marcha de un negocio, según se desprende de las consultas recibidas el pasado año tanto en el Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE) del Ayuntamiento de Málaga como en la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga (AJE). La última edición del Termómetro del Emprendedor correspondiente al segundo semestre de 2015, y que incluye también un balance de todo el ejercicio, refleja que hasta el 31% de las peticiones de asesoramiento tuvieron durante el pasado año al comercio como sector de referencia mientras que otro 10,6% correspondieron a hostelería y restauración. Ambos sectores se han ido consolidando en las primeras posiciones desde 2009, que es cuando el IMFE y la AJE comenzaron estos análisis. Pero en el caso del comercio, además, su peso es mayor que nunca en las preferencias de los potenciales emprendedores, ya que otros años también era líder pero se movía en el entorno del 22%-25% de las consultas.

El presidente de la AJE, Enrique de Hoyos, y la concejala de Reactivación Económica, María del Mar Martín Rojo, comentaron durante la presentación del Termómetro que el predominio de estos dos sectores responde a su peso y a su actual potencialidad en la economía de la capital. «Es la ley de la oferta y la demanda. Málaga es un referente a nivel cultural, gastronómico, de cruceros y de congresos y eso atrae a muchos visitantes», apuntó la edil, que entiende que sigue habiendo capacidad y demanda para «absorber» negocios de este tipo.

De Hoyos coincidió en este análisis aunque resaltó la necesidad de que quienes apuesten por estos segmentos introduzcan la necesaria innovación para distinguirse de la competencia. «Hay sectores copados donde se trata de hacer cosas nuevas, de forma diferente o más eficiente», afirmó.

Ya por detrás del comercio y hostelería, las consultas de los emprendedores se centraron en ámbitos como la publicidad y la comunicación, los servicios sanitarios o el segmento de estética y belleza.

El Termómetro también confirma, como viene siendo norma en los últimos tiempos, que la fórmula del emprendimiento atrae principalmente a las personas desempleadas, que ven en la opción de iniciar una actividad por cuenta propia la forma más viable de crear su propio puesto de trabajo. A partir de una muestra de 366 consultas (186 hombres y 180 mujeres) atendidas en el segundo semestre de 2015, se revela que tanto ellos como ellas citan la perspectiva de «poder crear su propio puesto de trabajo» como principal motivación para iniciar una actividad propia (el 50% del total), muy por delante de otras como el haber detectado «una oportunidad de negocio» (algo más del 20%) o el «deseo de ser su propio jefe» (un 12,5%). Y es que un 43% de los hombres y hasta un 60% de las mujeres que acudieron al IMFE o a la AJE a asesorarse estaba en el paro.

En cuanto al nivel formativo, el perfil de los que realizaron las consultas está dominado en los dos géneros por personas con estudios universitarios, con una media de edad de 34,7 años entre los varones y de 37,6 en el caso de las mujeres.

El obstáculo de la financiación. El presidente de la AJE destacó que la principal dificultad reconocida por quienes acudieron a solicitar información continúa siendo la falta de financiación (lo citaron el 45% de los casos), seguida del desconocimiento de «por dónde empezar» a la hora de establecer una empresa (30%) o la existencia de «demasiados trámites» para su puesta en marcha ( en torno a un 10%). De Hoyos admitió que los bancos «ya están abriendo más el grifo de los créditos» pero recordó también que «la exigencia de garantías sigue siendo excesiva».

La mayoría de los hombres que acudieron a asesorarse estaban todavía en la fase inicial de la toma de decisión, mientras que las mujeres sí se encontraban ya en punto más avanzado, en busca de financiación para su proyecto. En todo caso, el responsable de la AJE reclamó la necesidad de seguir trabajando para fomentar la cultura emprendedora, sobre todo entre los jóvenes. «Hay que trabajar más en la formación, para que se conozcan mejor los primeros pasos que hay que dar para montar una empresa y para que haya menos miedo a lo desconocido», apuntó.