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Entrevista

"Tenemos una amenaza de Bancosol por quejarnos"

Curro López es presidente de la asociación Lagunillas Cruz Verde de Málaga

La situación de los vecinos del barrio de Lagunillas es cada vez más complicada por falta de alimentos básicos. No quieren un trato especial pero piden al Banco de Alimentos que no les excluya.

Ante los momentos difíciles por los que están pasando los vecinos del barrio de Lagunillas, AMARE y la Asociación Victoriana de Capuchinos organizan este miércoles 18 de mayo una gala benéfica para ayudar a los que más lo necesitan.

¿Cómo surgió la iniciativa de poner en marcha esta gala?

Surgió a través de AMARE y de la Asociación Victoriana de Capuchinos, que me llamaron puesto que saben la labor que hacemos desde la Asociación Lagunillas Cruz Verde de Málaga.

¿Cómo se está viviendo la situación por la que están pasando los vecinos de Lagunillas?

Fatal. La semana pasada el Banco de Alimentos nos dio helados de mojito con alcohol para los niños. Tenemos una amenaza de expulsión de Bancosol dentro de un mes por quejarnos. Por decir la verdad se nos castiga y se nos expulsa. Además, la fruta y verdura que recibimos no es suya, es de la Junta de Andalucía, que dice que estamos perfectos para el reparto, tanto en instalaciones, como en documentación de las familias. Sin embargo, Bancosol se niega a bajar tres palés de un camión y los depositan en el suelo. Los voluntarios cargamos con los alimentos para poder distribuirlos.

¿Cree que la Diputación y el Ayuntamiento realmente están haciendo todo lo posible para paliar esta situación?

Lo que podrían hacer es coger al Banco de Alimentos, hablar con su presidente y decirle qué está pasando aquí. Por qué vienen todas las asociaciones a pedir un poco de ayuda, no soy yo la única que se está quejando: Palma Palmilla, Hacienda Cabello, Hermandad Blanca, Alto Refugio... Son muchas asociaciones que se ven injustamente apartadas semana tras semana de los repartos de alimentos y, evidentemente, a esos barrios marginales de Málaga no llega la alimentación, precisamente donde más falta hace. Nosotros no somos más que nadie pero tampoco queremos que se nos excluya de los repartos y mucho menos que se nos amenace con dejarnos de servir las frutas que realmente son de la Junta de Andalucía.

¿Por qué les amenazan con dejarles sin alimentos?

Porque llevamos ya diez años luchando, quejándonos de los repartos. De la gran recogida de estas navidades no hemos recibido ni un solo kilo de comida a través del Banco de Alimentos. Esto es una injusticia total. El malagueño cuando dona la comida cree firmemente que va donde tiene que llegar, a la gente que lo necesita; pues no es así. Nosotros no hemos recibido ni siquiera un litro de leche estas navidades por duro y penoso que sea. Tenemos familias incluso con ocho niños. Si yo soy un obstáculo como presidente, yo dimito, me voy. Hace poco ha habido elecciones y fui elegido otra vez como presidente por todos los socios. Si el problema es conmigo, yo dimito pero que no lo pague con la población.

¿Hay algún tipo de llamamiento que quiera hacer para concienciar a la población?

Quisiera decir a la ciudadanía que Málaga no es lo que aparenta. Málaga tiene sus barrios y dentro de esos barrios hay gente que está pasando mucha hambre, necesidad y mucha penuria. Yo he visto como una madre pone un cazo debajo del grifo con un litro de leche, abre el grifo y echa medio litro más de agua. Eso es muy duro en el siglo XXI, en la Málaga de los museos, de la belleza y de la parafernalia que se quiere vender.

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