­Mejorar el estado nutricional de los enfermos ingresados en los hospitales y dotar a los centros sanitarios de personal formado en la materia serán para el endocrinólogo malagueño, Gabriel Olveira, prioridad absoluta durante los próximos cuatro años, cuando el especialista dirigirá la Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética (SANCYD). Un cargo que compaginará con el de Jefe de sección de la Unidad de Intercentros de Endocrinología y Nutrición en el Regional y el Clínico.

¿Damos a la nutrición el valor que realmente tiene?

Se habla mucho de nutrición pero se entiende poco y se trivializa mucho. Eso hace que la población se divida en dos grupos: los que hipervaloran la nutrición, incluso por demás, y los que no le dan ninguna importancia. Generalmente, se dan estos dos extremos en la sociedad. En los hospitales, por su parte, hay que fomentar la importancia crucial que tiene la nutrición en la evolución de los pacientes para lo que es fundamental la labor formativa del personal sanitario, desde los auxiliares hasta los médicos.

Muchos libros abordan la alimentación saludable como antídoto frente al cáncer...

Está demostrado que la dieta equilibrada disminuye el riesgo de padecer cáncer y la mortalidad. Pero cuando ya hablamos de personas que sufren desnutrición, es necesaria la intervención de los especialistas que, dependiendo del estado, van a considerar el apoyo con suplementos o la suministración directamente por vena. Esa es una de nuestras labores en los hospitales, apoyar desde un punto de vista científico la nutrición de esos pacientes.

¿Es esa su prioridad para los cuatro próximos años? ¿Mejorar el estado nutricional de los ingresados?

Exactamente. Está demostrado que un paciente desnutrido tiene más complicaciones y que éstas normalmente se traducen en enfermedades, infecciones, mayor estancia hospitalaria, peor calidad de vida y más mortalidad. Si somos capaces de detectarlo previamente , vamos a actuar más rápido.

Y a nivel local, ¿hace falta trabajar más en este sentido?

En nuestros hospitales tenemos implantado el cribado pero debería hacerse universal, es decir, a todos los pacientes ingresados y no se hace. En el Clínico se les hace a los que les sale alguna alerta nutricional. Y, en el Regional en aquellos servicios con mayor riesgo de desnutrición. Tampoco se hace en la mayoría de los hospitales comarcales andaluces ni en otros más grandes. Para ello, necesitamos más personal en las unidades de nutrición que, en los últimos años, cada vez hay menos. Ahora solo hay en los hospitales grandes, en el resto ni siquiera se cuenta con profesionales formados en la materia. No es una medida cara, la valoración solo requiere de personal. Mi objetivo es conseguir que al 100% de los pacientes se les haga un cribado nutricional, que consiste en pesar y medir al enfermo para ver la evolución y comprobar si están o no comiendo. Uno de cada cuatro llega desnutrido, por lo que es imprescindible seleccionarlos para actuar precozmente. Estoy intentando que esto se lleve a la práctica en toda la comunidad. De hecho, ya hemos tenido varias reuniones con la Consejería. También reclamo que en los comarcales ni siquiera hay endocrinos. Andalucía es la única comunidad española que no tiene endocrinos en los hospitales comarcales. En los de Vélez o la Axarquía, por ejemplo, no hay. Y en primaria tampoco hay dietistas, que sería una figura interesante de tener para fomentar la educación sanitaria. Además, los centros hospitalarios no pueden asumir el volumen de personas obesas.

Se dice que la obesidad infantil es el mal de este siglo, ¿incide especialmente en Andalucía?

Así es. Los datos son ya preocupantes.En personas adultas, la prevalencia de obesidad en Andalucía es del 34% frente al 27% español. Según el estudio Aladino en los niños españoles la prevalencia de obesidad y sobrepeso puede llegar a uno de cada dos. Se debe a que cada vez las familias siguen menos una dieta variada y a que los niños cada vez hacen menos ejercicio. Lo que se asocia con un mayor sedentarismo y por tanto, mayor tendencia a engordar. El problema no es estar feo o guapo, sino su relación con otras enfermedades como la diabetes. Actualmente estamos viendo a niños que tienen diabetes tipo 2 y eso antes no ocurría. Pero también se ven problemas articulares, síndrome de la apnea del sueño, aumento de colesterol€ Además se empieza a padecer antes, a partir de los dos años. La prevalencia de la obesidad en hijos de padres obesos es mayor pero no solo intervienen factores genéticos, también ambientales.

Entonces, ¿comemos bien o mal los andaluces?

Regular. Para el nivel de ejercicio que hacemos deberíamos comer menos. El ejercicio es tan importante como la alimentación. Y la dieta tiene que ser variada y estacional, consumir los alimentos de temporada. Aparte de la genética, que también influye. Todos estamos expuestos a los mismos condicionantes pero no todos desarrollamos las mismas enfermedades. Lo que hay que hacer es enseñarles a comer bien.

Queda clara la importancia de educar en nutrición, ¿apuesta por empezar desde pequeños?

Habría que introducir conocimientos sobre nutrición en los colegios, a saber distinguir los alimentos y a leer e interpretar las etiquetas. A la vez que se fomenta la actividad física. Los comedores escolares también tienen aquí una labor importante. Deben seguir el patrón mediterráneo. Y eso requiere la implicación de las consejerías de salud. Desde nuestra sociedad intentamos ayudarles. Además, la administración puede contribuir con más facilidades para la práctica deportiva o disminuyendo el precio de los alimentos más saludables. Eso se puede hacer con políticas como bajarles el IVA y aumentárselo a los que son menos saludables, como es el caso de los refrescos azucarados.Si además de la educación, haces que los alimentos saludables como puede ser el pan integral sean más accesibles, estarás fomentando una alimentación más adecuada.

¿Está justificado el boom de la alimentación saludable, con los alimentos ecológicos o los conocidos como superalimentos, por ejemplo?

Tenemos muchos superalimentos, al alcance de la mano como los frutos secos crudos, y en los que no necesitamos invertir grandes cantidades de dinero.En cuanto a los productos ecológicos, aunque son positivos, no está claramente demostrado que tengan una composición nutricional diferente y, por tanto, en cuanto al aporte de beneficios. Es más bien una cuestión de sus características organolépticas. Se están volviendo a consumir los alimentos de proximidad y cuando hablamos de estos productos hay que tener en cuenta que tienen una legislación muy estricta en Europa. Cualquier alimento no pueda llevar ese distintivo.

Quizás en España lo ecológico aún no ha llegado al consumo masivo como sucedió en otros países europeos...

En España es menos frecuente encontrarlos, por eso, porque hay menos demanda. De hecho, Andalucía es de las comunidades españolas que más superficie dedica a la producción de alimentos ecológicos pero prácticamente se exporta todo, el 80%. El producto también es más caro porque requiere de más extensión y son menos eficientes que los cultivos intensivos. Pero cada vez hay más mercados de proximidad que permiten comprar los alimentos kilómetro cero.

También está muy de moda tomar magnesio, calcio o vitaminas, ¿qué opina de la suplementación?

Opino que el mejor suplemento para una persona sana es una dieta equilibrada. Ensaladas, fruta, verdura, pescado, legumbres€ con la alimentación variada no es necesario nada más. De hecho, un estudio realizado en Estados Unidos, donde estaba de moda tomar grandes dosis de vitamina E, demostró que no solo no reducía el riesgo de mortalidad, sino que incluso lo aumentaba. Es decir, las megadosis no son buenas y, aunque en general no suelen hacer daño, otras veces sí. Diferente es aquella persona que lo necesita.

Y más modas: ahora la mayoría de la población sufre o cree sufrir alguna intolerancia alimenticia€

Estoy totalmente en contra de la generalización que se está haciendo de que todo el mundo tiene que comer sin gluten o sin lactosa. Solo deben evitarlos los pacientes que realmente sean intolerantes, no el resto. Es una tendencia sin sentido. Los lácteos tienen numerosos beneficios y se recomiendan dentro de una dieta equilibrada. Lo mismo que el gluten. No es más que una moda cara y un negocio. Hay detrás muchos intereses empresariales que intentan fomentar el consumo de estos productos porque son bastante más caros. En cuanto a los test, no son fiables. Cuando hablamos de intolerancias hablamos de molestias en el tracto gastrointestinal que no pueden medirse con inmunoglobulina.

@aidagar