La apuesta por la investigación de la Universidad de Málaga (UMA) empieza a dar sus frutos y se está haciendo un importante hueco a nivel nacional. Junto a la Universidad de Sevilla, con la que comparte el proyecto Andalucía Tech para impulsar el talento universitario, lidera los proyectos de investigación universitaria en Andalucía y se ha situado entre las quince mejores de España.

Un reciente estudio de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que analiza los principales datos sobre investigación universitaria en 2014, deja muy bien parada a la UMA. Aunque se pone de relieve la gran diferencia que existe entre las grandes universidades de Madrid y Barcelona respecto al resto, la Universidad de Málaga consigue situarse entre las quince primeras en los principales indicadores. Es más, en alguno como las patentes nacionales obtenidas, lidera la actividad universitaria en España junto a la Universidad Politécnica de Madrid.

Es quizás este dato de las patentes logradas, donde se pone de relieve el valor de estas investigaciones. La UMA logró en 2014 un total de 56 patentes de ámbito nacional, la segunda cifra más alta de España. La Politécnica de Madrid se situó en el primer puesto con 66, mientras que tras Málaga se quedaron la Universidad Politécnica Catalana y la Universidad de Sevilla, con 43 patentes cada una.

Estos datos son un indicio del valor práctico de las investigaciones, sobre todo en el ámbito de las especialidades más técnicas, que es donde se desarrollan estas patentes. El proyecto de Andalucía Tech, conjunto con la Universidad de Sevilla, muestra que está dando sus frutos, ya que ambas universidades andaluzas rozaron en 2014 el centenar de patentes; muy por encima de las 77 que se produjeron en las cinco universidades -entre públicas y privadas- de Barcelona y acercándose a las 126 patentes de las cinco universidades que hay en Madrid.

Estos buenos datos, sin embargo, tienen un reverso. Es la llamada «transferencia de conocimientos», que supone el impulso de la creación de empresas o colaboración con el mercado privado, a través de convenios, que den salida a la investigación universitaria y que generen recursos para la universidad.

La UMA sólo consiguió impulsar dos empresas a través de programas spin-off, lo que la sitúa en un puesto intermedio de entre las 56 universidades españolas. La Politécnica de Madrid, en cambio, impulsó 22 empresas; la Universidad de Granada, 7; y la Autónoma de Barcelona, 5. También es verdad que de las 56 universidades españolas, 24 no impulsaron ninguna empresa en 2014.

Financiación. El informe de la CRUE sobre la investigación en las universidades españolas en 2014, donde pone de relieve el impacto de los recortes sufridos en los años precedentes, destaca la falta de una apuesta clara por la investigación y el trabajo con el sector privado para obtener ingresos que financien la actividad universitaria.

En este punto, la Universidad de Málaga se encuentra en el puesto 27 de 56 en ingresos por proyectos colaborativos de I+D, con 846.000 de euros. Esta cifra, aun siendo importante, está lejos de los 14,2 millones de la Politécnica de Cataluña o los 10 millones de la Politécnica de Madrid. Incluso de los 4,3 millones de la Universidad de Sevilla.

Investigación. Los datos sobre proyectos de investigación, tesis y artículos publicados en revistas especializadas, principales indicadores de la actividad investigadora universitaria, muestran unos buenos resultados. En los tres casos está entre las 15 primeras universidades españolas, de las 56 existentes entre públicas y privadas.

El último informe de la CRUE, siempre con datos de 2014, resalta cómo la UMA se encuentra en el grupo de cabeza, codeándose con las universidades de Madrid, Barcelona, Valencia y la vasca, que suelen copar los primeros puestos. Así, registró 2.343 proyectos de investigación (puesto 13), 1.092 artículos (13) y 217 tesis (14).