­ Las cámaras que vigilan el uso del cinturón de seguridad y del teléfono móvil al volante ya están multando en la provincia de Málaga. Así lo han reconocido a este diario fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT) sin concretar el número de dispositivos instalados, en qué vías se encuentran ni desde cuándo están operativas en las carreteras malagueñas.

Por el momento, la información oficial se limita a que en todo el territorio nacional se van a colocar un total de 270 cámaras, el 60% de ellas en carreteras convencionales. «Sí, ya se está sancionando con este sistema, aunque no todas las cámaras están funcionando simultáneamente», aseguran antes de añadir que si hoy está funcionando una cámara en un punto, mañana dejará de hacerlo para activar otra, aunque el objetivo final es que todas funcionen al mismo tiempo. «En ese momento se hará una presentación en la que daremos más detalles sobre este sistema», añaden sin dar fechas.

Tanto misterio huele a recaudación, si bien contrasta con la transparencia que se vive en otros puntos de España, donde los conductores ya conocen el número de cámaras de este tipo que les van a controlar y su ubicación exacta, como en Galicia. «Si ya están multando deberían decir dónde están», asegura el presidente Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, quien recuerda que para este tipo de dispositivos fijos la ley exige informar de su presencia con carteles situados 400 metros antes. De la misma forma, Arnaldo duda de la legalidad de esta tecnología por no estar sometida a controles meteorológicos y por no garantizar la inalterabilidad del documento. «Creemos que va a ver problemas porque es un software el que crea la multa y habrá muchos casos en los que no quede claro si el conductor se está tocando la oreja o llamando por teléfono o si el cinturón no se ve por llevar puesta una camiseta oscura», explica.

Sin embargo, la noticia de la instalación de estas cámaras en las carreteras malagueñas adelantada por este diario a principios de marzo puede dar una idea del reparto que la DGT pretende para la provincia. Entonces, la Jefatura Provincial calculaba que el Centro de Gestión de Tráfico de Andalucía Oriental -Málaga, Almería, Granada y Jaén- podría sumar una veintena de dispositivos. Teniendo en cuenta que la provincia de Málaga absorbe la mitad del tráfico de su sector, las fuentes consultadas hablaban al menos ocho de esas máquinas, la mayoría ubicadas en carreteras convencionales, aunque la cifra definitiva quedaba a expensas de los informes técnicos definitivos. En cuanto a la ubicación, Tráfico manejaba entonces numerosas opciones. Las carreteras que más sonaban eran la A-397 (Ronda-San Pedro Alcántara), la A-355 (Cártama-Marbella) y, por supuesto, la A-7, la vía con mayor número de movimientos. Dentro de esta autovía, las zonas que los expertos barajaban se situaban en los tramos paralelos a la autopista de la Costa del Sol (AP-7). El año pasado, sin estos medios tecnológicos, las carreteras malagueñas arrojaron 8.403 sanciones de este tipo, 4.694 de ellas por usar móvil y 3.709 por no utilizar el cinturón o los sistemas de retención infantil homologados, según los datos aportados por la Dirección General de Tráfico (DGT). Ambas se castigan con la retirada de tres puntos del carné y 200 euros de multa en cada caso, por lo que Tráfico puso sanciones en Málaga por estos motivos por valor de 1.680.600 euros. Este sistema se sumará a los 50 radares terrestres -30 móviles, 15 fijos y 5 de tramo- y uno aéreo (Pegasus) que hay en la provincia, cinco de los cuales se encuentran entre los 15 más productivos de la DGT. Málaga es, además, la segunda provincia española que más multas por velocidad aportó el año pasado con 256.639, sólo superada por Madrid.