La modificación de la la Ley de Ordenación Urbanística (LOUA) trata de adaptar la normativa vigente a la realidad social, defendiendo el desarrollo urbanístico sostenible y respetando el medio ambiente. Ademas permite el acceso provisional a los servicios básicos, como abastecimiento de agua, electricidad, acceso a saneamiento y a las edificaciones existentes en suelo no urbanizable que constituya la vivienda habitual de su propietario, una acción para la que se da un plazo de dos años, en el que los inmuebles deberán estar regularizados para que los ayuntamientos los incluyan en su planeamiento.

El número total de viviendas irregulares en Málaga es difícil de contabilizar aún. A pesar de que la LOUA especifica esta necesidad, el 40% de municipios no lo han hecho aún, según avanzó ayer la Junta. En Málaga, entre viviendas aisladas y asentamientos suman más de 50.000 viviendas irregulares. Los principales puntos se encuentran en la Axarquía, los montes en torno a la capital y la extensión de Campanillas.

El problema radica principalmente en aquellas viviendas que se encuentran en suelo protegido, en zonas inundables o con riesgos de erosión. El secretario general de Ordenación del Territorio y Sostenibilidad Urbana de la Junta, Rafael Márquez, resumió ayer las modificaciones en dos grandes bloques. Por un lado en el trato de las viviendas aisladas y por otro sobre los asentamientos.

El decreto 2/2012 no tenía previsto ni solucionado el caso de las vivienda aisladas que se encuentran en microparcelaciones. Por encontrarse en esas parcelas no era posible incorporarlas al modelo catalogado como Asimilado Fuera de Ordenación (AFO). «Lo que hacemos con estas modificaciones es separar el acto de edificación del de parcelación, de forma que eliminamos ese obstáculo, así, miles de viviendas en Andalucía y Málaga pueden verse beneficiadas con el AFO». El AFO se aplica a aquellas edificaciones aisladas en las que transcurren entre los cuatro y seis años (dependiendo si se construyeron antes de la LOUA o no), que no estuvieran en suelo especialmente protegido y que tuvieran unas garantías de seguridad mínimas.

Sobre los asentamientos urbanísticos, «la LOUA estaba pensada para situaciones en las que primero se urbanizaba y luego se edificaba» y no viceversa. Por ello han invertido el proceso. A efectos prácticos permite la incursión progresiva de la urbanización. Esto posibilita que los proyectos de urbanización prevean y trasteen una independencia funcional de las instalaciones e infraestructuras para realizar ramales independientes y que no necesariamente tengan que culminar toda la urbanización de forma simultánea. También permite obtener garantías a través de avales bancarios y garantías reales gracias a la Legislación Hipotecaria, que así lo recoge. Por último, posibilita, las licencias provisionales de uso, es decir, el uso de la vivienda de una manera provisional, de forma anticipada, sin necesidad de que se culmine toda la urbanización. En un intento de acelerar la legalización, la semana pasada se modificó en el Parlamento la LOUA. El delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, se refirió a «eliminar la incertidumbre y dar tranquilidad a muchas familias».