Dejando a un lado las grandes superficies comerciales tan llamativas, el centro de Málaga está lleno de tiendas dedicadas al turista. Una de las calles más típicas, situada en el mismo centro de Málaga, junto a la Catedral de Málaga, es la calle Santa María. Los comerciantes afirman que para dar salida a sus productos es esencial incorporar la marca de Málaga a sus tiendas.

La calle Santa María en los últimos años ha ido incorporando tiendas de souvenirs. La apuesta por la oferta turística se ha incrementado notablemente en la Costal del Sol y esta pequeña calle es la prueba de ello. Con nombres más o menos típicos de la capital y que preceden la entrada de estas tiendas tratan de llamar la atención al turista para invitarle a pasar: Souvenirs Victoria, Flamenco 4 you souvenirs, Málaga y Olé, D´Málaga o La Biznaga Shop son solo algunas de ellas. Dentro de la enorme multitud de productos que ofrecen estos comercios, los negocios coinciden en cuáles son los favoritos para los visitantes que pasean por esta calle céntrica.

Una de las primeras tiendas de souvenirs que puso su firma en calle Santa María es Ruiz Linares. Emilia Ruiz cuenta cuáles son los productos que tienen más salidas: «Abanicos, chales, biznagas, brochecitos». El turista busca lo más típico para llevarse un pedacito de la ciudad.

También esta tienda ofrece figuras de santos aunque hay una que especialmente interesa por ser la patrona de la ciudad de Málaga, la Virgen de la Victoria.

A lo largo de la calle que bordea el palacio Episcopal se podrá apreciar la gran cantidad de bares y alguna que otra tienda gastronómica que convierten la calle en un disfrute para el visitante. A medio camino se encuentra la tienda de Ayelen Morales, en el número 14. «Con la crisis lo que más se llevan son cosas pequeñas y baratas». Es el caso de imanes o posavasos. Lo que es imprescindible para el turista, es que esté la marca de Málaga para llevarse un preciado recuerdo. Otro de los artículos que tienen más demanda son los vestidos de gitana. Afirman que acuden turistas de todos los lugares, «pero los que más compran son los italianos».

Cerería Zalo lleva más de 30 años en esta calle situada muy cerca de la catedral. Reciben turistas que buscan figuras de nazarenos, paquetes de incienso o belenes de barro. «Les gusta especialmente el aspecto antiguo y tradicional», comenta el propietario Miguel Gonzalo. El bullicio, los negocios y los turistas se amontonan en esta calle que ha ido viendo crecer día a día el negocio de los souvenirs.