La ruptura de las negociaciones entre el Ayuntamiento de Málaga y los bomberos para alcanzar un acuerdo con los funcionarios ha destapado las vergüenzas acumuladas bajo las alfombras de los parques de la ciudad. «Tras años de parches y salidas del paso que han degenerado la calidad del servicio», la sección malagueña del Sindicato Andaluz de Bomberos ha dado un paso al frente y ha anunciado que pedirá al alcalde la destitución inmediata del actual jefe del cuerpo José Cruz, al que acusan de «una posible dejadez de funciones» y una «incapacidad total» para organizar el cuerpo de forma eficaz. Hasta ahora, los agentes han dejado ver su malestar con banderas piratas ondeando en los parques o pintadas en fachadas y vehículos contra responsables municipales, pero la organización sindical mayoritaria, que ha solicitado una reunión urgente a Francisco de la Torre tras ser desatendida la anterior petición, quiere asegurarse de que el mensaje de falta de confianza en la dirección llegue al regidor con una dura misiva que registrarán hoy mismo en el parque de Martiricos. En ella, describen las deficiencias a nivel operativo, en la gestión de los medios materiales e incluso en la aplicación de la normativa de riesgos laborales.

En el primer campo, por ejemplo, los responsables del SAB recuerdan cómo la gestión de los últimos años ha llevado al «desmantelamiento efectivo» del Grupo de Rescate Especial y Salvamento (GRES) a pesar de que siguen presupuestando como vacantes la dotación de personal. «¿Para qué lo presupuestan? ¿Dónde va ese dinero que antes iba a la seguridad de los malagueños en caso de inundaciones?», se preguntan mientras las lanchas, motores, una moto acuática y el resto de equipamiento de la que fue una de las unidades más punteras del país se encuentran abandonados en un almacén. El mismo destino le auguran a la Unidad Médico Sanitaria de intervención (UMSI), «tan importante para los que nos jugamos la vida en nuestra profesión pero aún más para los ciudadanos a los que prestamos servicio»; o al grupo especial de buceo, que tampoco está operativo y en el que se ha invertido una cantidad considerable de dinero sin ningún resultado, según el sindicato mayoritario de bomberos.

Riesgos laborales

Más alarmante son los asuntos que implican riesgos a la integridad de los agentes, que denunciaron hace un año problemas graves con los Equipos de Protección Individual y que actualmente siguen desatendidos por la jefatura. «En el campo de la aplicación de la normativa de riesgos laborales, el director de personal trató de imponer un sistema para incluir la figura del Recurso Preventivo, obligatoria por ley en nuestro trabajo, pero en otro ejemplo de improvisación tuvo que rectificar al ser imposible la forma de implantación que pretendía. A día de hoy seguimos incumpliendo la normativa en este aspecto ya que el grupo de trabajo que debía abordar este asunto no ha llegado a reunirse», reza el escrito.

Más conocidos son los problemas relacionados con el estado «ruinoso» del parque central de Martiricos, cuya inversión anunciada por el Ayuntamiento se ha quedado en obras menores, o la política de compras que los bomberos tildan de desastrosa. En este sentido, destacan la adquisición de un vehículo para trabajar en altura que lleva más tiempo averiado que operativo, los problemas que presentan otros dos hasta quedar recientemente fuera de servicio o la «compra irracional» de material al que no se da uso mientras que el más necesario «no llega nunca». El conflicto, según el SAB, se extiende a la gestión de un personal que, a pesar de ser más numeroso que otros servicios, ha visto reducida su actividad con el consiguiente desgaste entre los miembros del cuerpo el funcionamiento del mismo: «El servicio es dirigido mediante circulares internas, algunas posiblemente contrarias a la ley hasta el punto de que la plantilla no las cumple por carecer de sentido».