La firma de moda Blanco despedirá a toda su plantilla, integrada por 850 empleados, y cerrará su red de tiendas, unos 102 establecimientos, tras presentar la solicitud de liquidación ante el Juzgado de lo Mercantil de Toledo, según han informado hoy a Europa Press fuentes de la empresa. En la provincia de Málaga, Blanco tiene cinco establecimientos que emplean a un total de 40 trabajadores, han recordado a este periódico la secretaria provincial de Servicios de CCOO, Lola Villalba, y el responsable sectorial de Comercio, Antonio Cabello.

Las cinco tiendas de Blanco en Málaga están situadas en Puerta del Mar, Vialia, Plaza Mayor, Málaga Nostrum y Fuengirola, según comenta Cabello, que ha achacado el actual estado de la empresa a la "mala gestión" de sus responsables. "Es incomprensible una situación de este calado en una empresa de este tipo y en un sector de tanta venta como el textil", ha apuntado. La plantilla de Blanco en Málaga está formada en un 90% por mujeres, con una media de edad de entre 25 y 30 años. El representante de CCOO ha añadido que lucharán para que la salida de los trabajadores de la firma sea "en las mejores condiciones posibles".

Según ha recordado, Blanco ha llegado a tener en la provincia de Málaga una docena de establecimientos abiertos y una plantilla de alrededor de 100 trabajadores, pero la reducción ha sido progresiva en los últimos años. Una de las tiendas más emblemáticas de la cadena, clausurada en 2013, estaba situada en el centro comercial La Cañada de Marbella.

Los sindicatos CCOO y UGT tenían prevista una huelga en Blanco para este 9 de diciembre, finalmente desconvocada, para reclamar 23 días de salario que la empresa adeuda a los trabajadores correspondientes al mes de noviembre. No obstante, se mantiene otro paro convocado para este 16 de diciembre por el mismo motivo.

Fuentes de la empresa han precisado que los cierres del centenar de tiendas de Blanco y el despido de toda la plantilla se ejecutará de forma progresiva, una vez que el juez de 'luz verde' a la petición de extinción de la compañía, con un pasivo de 133 millones de euros.

"Blanco está muerto; no hay género", han asegurado, por otro lado, en fuentes sindicales, que han explicado que, una vez aprobada por el juez la solicitud de la empresa, se abrirá un plazo de negociación para fijar el calendario de cierres y lograr "las mejores condiciones posibles" para la plantilla, a la que la compañía "adeuda 23 días de la nómina de noviembre".

Esta semana, la firma de moda cerró su página web (www.blanco.com) en plena campaña navideña y tras declararse insolvente en España y Portugal por segunda vez en tres años, después de que los nuevos propietarios, AC Modus, no hayan encontrado un "inversor idóneo" para el negocio.

Este es el segundo concurso de acreedores que encaraba la firma de moda, después de que en junio de 2013 la enseña lo solicitara cuando estaba controlada por el empresario Bernardo Blanco, que lo pidió debido a la gravedad de sus problemas económicos y financieros y con el objetivo de conseguir la viabilidad de la compañía.

AC Modus, que se hizo con la compañía hace unos meses, indicó recientemente que tras mantener una "importante inversión" en el negocio de España y Portugal, ambas divisiones siguen sin "generar beneficios", por lo que en los últimos dos meses han buscado inversores para reflotar el negocio.

Sin embargo, la firma emiratí señaló que a pesar de los "grandes esfuerzos" realizados, los intentos para encontrar un inversor idóneo han resultado "infructuosos", por lo que tomó la decisión de "someterse a los procedimientos de insolvencia aplicables" en cada país, ya que la actual situación del negocio exige la "adopción de decisiones basadas en la evolución del mercado y del futuro" de la sociedad.

La firma textil presentó el pasado mes de septiembre su tercer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en los últimos años, que finalmente fue anulado, después de que los anteriores ajustes de plantilla hubieran provocado la salida de unos 900 empleados de la enseña de moda.

La compañía, que cuenta con 102 centros de trabajo en España, ya aplicó el pasado año un ajuste de personal que afectó a un máximo de 189 trabajadores, que se sumaron a los 711 que salieron de la firma en 2013, cuando presentó concurso voluntario de acreedores.