Si ningún acuerdo de última hora lo impide, habrá huelga de estibadores en los puertos españoles la próxima semana. La última reunión celebrada ayer entre el Ministerio de Fomento, los estibadores y la patronal terminó sin acuerdo, por lo que los sindicatos mantienen la convocatoria de paros parciales para los próximos 20, 22 y 24 de febrero en protesta por la reforma del sector, que el Gobierno aprobará este viernes. A la convocatoria, que puede llegar a paralizar el tráfico de mercancías en los distintos puertos, están llamados unas 6.500 personas, de los que alrededor de un centenar trabaja en el puerto de Málaga.

El presidente del comité de empresa de la Sociedad de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) de Málaga, Óscar Cosano, confirmó ayer a este periódico que el colectivo se sumará a las reivindicaciones y señaló que los paros afectarán a la carga y descarga de cualquier tipo de mercancía, ya sean contenedores, vehículos, graneles o cualquier otra. En el caso del puerto malagueño, Cosano recordó que las líneas que incluyen mercancías y que, por tanto, de entrada se verían afectadas son tres: la de Noatum (contenedores y graneles), que en principio viene cada miércoles y que realiza la empresa Acciona; el buque que hace dos trayectos cada semana con Ceuta cargado de camiones de mercancías y operado por Servimad; y el Melillero de Transmediterránea, que viene cada día y que, además de pasajeros, traslada vehículos y otras mercancías.

Fuentes del puerto de Málaga, por su parte, prefirieron de momento no hacer valoraciones sobre el posible impacto de la huelga, a espera de conocer estos días más detalles sobre la previsión de movimientos de la próxima semana.

Cosano defendió la postura de los estibadores y afirmó que la reforma del Gobierno supondrían que «en tres años todo nuestro colectivo estaría en la calle, porque entraría personal de ETT con empleo precario y las multinacionales del sector podrían tirar de sus propias plantillas para realizar las tareas de carga y descarga». Recordó también que el perfil de la plantilla tiene una media de edad de unos 40 años, y está compuesta en un 95% por varones. Los principales colectivos de estibadores están en Algeciras (1.500 trabajadores), Valencia (1.200) y Barcelona (1.100).

«En Málaga hemos celebrado ya varias asambleas y ahora celebraremos otra. Todos respaldamos esta convocatoria de huelga. Ayer el ministro no quiso entablar diálogo ni recoger ninguna documentación del acuerdo al que llegamos patronal y sindicatos», comentó Cosano, que negó el argumento del Ejecutivo de que está obligado por las directrices de Bruselas. «La UE dice que hay que liberalizar la estiba en el sentido de que cualquier empresa pueda operar al margen de las Sagep. No nos oponemos pero siempre que se haga contratando a los estibadores a través de la elaboración de un censo, que podría estar a cargo de las autoridades portuarias», dijo.

Posturas alejadas

Ayer, al término de la reunión celebrada en Madrid, el coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), Antolín Goya, dijo que Fomento no ha convocado más encuentros para seguir con la negociación y advirtió de que si el Gobierno mantiene sus planes podrían plantear más paros. En las próximas horas, el Ministerio debe fijar los servicios mínimos para los tres días de huelga de cara a garantizar el funcionamiento de los puertos y el abastecimiento durante las movilizaciones, según anunció el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar.

Goya dijo que los sindicatos presentaron alternativas, en el encuentro pero que se encontraron con una postura cerrada de Fomento, que mantiene que la única solución para dar respuesta a la sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) de diciembre de 2014 es el decreto ley que se aprobará este viernes, sin ninguna modificación. Goya precisó que los sindicatos estaban dispuestos a desistir de crear un registro, si es lo que impide avanzar, pero siempre que haya garantías de profesionalidad y empleo para los estibadores.

Sin embargo, Gómez-Pomar señaló que la parte sindical volvió a presentar el mismo documento que el 24 de julio de 2015, que gira sobre la exigencia de un registro de trabajadores y una restricción a la libre contratación, algo a lo que se opone la Comisión Europea.

Por su parte, la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (ANESCO) denunció las «acciones ilegales de huelgas encubiertas selectivas» por parte de los estibadores y «actos vandálicos», con una bajada en la productividad de hasta un 80 %. Y el vicepresidente de la Plataforma de Inversores de Puertos Españoles (PIPE), José Luis Almazán, aseguró que tener los puertos parados le costaría a la economía española 50 millones de euros al día.