La salida del Museo Taurino del céntrico edificio de la plaza del Siglo se retrasa sin que haya una fecha concreta en el horizonte. El pasado mes de abril, la Diputación notificó al propietario de la colección de artilugios taurinos, el empresario extremeño Juan Barco, que debía de desalojar las instalaciones debido al reiterado impago del canon correspondiente a la cesión demanial del edificio. Barco lleva explotando el edificio desde el pasado marzo de 2015 y ha amulado, desde entonces, una deuda con la Diputación que supera los 153.000 euros. En teoría, según informó en su día la propia portavoz del equipo del Gobierno del PP, Francisca Caracuel, el plazo establecido desde la notificación hasta el desalojo no podría exceder los 15 días hábiles.

A día de hoy, la realidad es la opuesta a la voluntad expresada,entonces, por Caracuel. Tanto el museo, así como el restaurante en la terraza y la tienda en los bajos siguen funcionando con normalidad. El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, preguntado por este asunto en rueda de prensa, ha admitido que, a día de hoy, no puede dar una fecha límite concreta que fije la salida del museo y se ha limitado a asegurar que "sigue las vías administrativas". Bendodo, que admite no haber hablado con Barco recientemente, ha insistido, en todo caso, que "se cumplirá con la ley".

Fuentes de la Diputación esgrimen que unos "problemas administrativos" estarían generando el retraso en la salida del museo, aunque se muestran esperanzados de que se pueda producir a lo largo de este mes de junio. La concreción, sin embargo, se queda aquí y no se descarta la posibilidad de que este proceso se vaya dilatando en el tiempo. Además del impago en el canon, la deuda de Barco también ha ido elevándose por la falta del pago del IBI y del suministro de agua y luz. Según aseguran desde la Diputación, el depósito realizado por Barco al inicio de la concesión demanial será retenido para saldar las cuentas.