­ El Pimpi y Carmen Enciso. Hablar de la autora de las novelas «Miramar» y «El Hotel del Inglés» y de la mítica bodega malagueña en una misma frase es sinónimo de éxito. La novelista se ha embarcado ahora en un nuevo proyecto, el libro «Lo que siempre quisiste saber sobre el Pimpi», publicado por Ediciones del Genal, un ambicioso ensayo casi periodístico en el que esta artista malagueña retrata los 46 años de historia de un negocio sin el que no se entendería el devenir cultural y social de la capital de la Costa del Sol en el último medio siglo.

Para escribir el libro, Carmen Enciso ha recopilado numerosos artículos periodísticos y fotografías y ha realizado muchas entrevistas presenciales con los protagonistas indiscutibles de las diferentes épocas de El Pimpi, con especial atención a la figura de uno de sus fundadores, el gran Francisco Campos, el cordobés que llegó a Málaga a principios de los setenta junto a José Cobos, la otra cara imprescindible de la historia de la bodega.

«La familia de Campos es de Córdoba y son los dueños de Bodegas Campos. En principio, la idea que tenían era poner una sucursal en Málaga. Él siempre ha luchado por que la cultura esté presente en sus negocios, y en Bodegas Campos, por ejemplo, se reunía el grupo Cántico. La idea era fundar en Málaga un despacho de vinos», cuenta Enciso.

Fue una amiga de la escritora, Pepi Fernández Castilla, la inspiradora del libro, dado que le insistió tanto y con tanto cariño a Enciso que la escritora, inmersa en 2014 en la promoción de sus dos novelas (escritas con Eloísa Navas), empezó a recabar datos de la famosa bodega malagueña. «Recojo muchas fotos y, a través del gerente de la bodega, contacto con Paco Campos, que me ha atendido muy bien. Hay mucha información aportada por él, porque he estado yendo un año a su casa, una vez por semana».

Enciso asegura que Campos es un hombre con «una vida apasionante» y relata la anécdota de que Antonio Gala, íntimo de Campos, le quiso cambiar el nombre a El Pimpi, que toma su denominación de la sala de fiestas que ocupó el edificio antes de que la bodega abriera el 4 de agosto de 1971. «Campos quería que El Pimpi fuera como bodegas Campos, que la cultura malagueña de la época tuviera el protagonismo. Las tertulias del 71 las organizaron Gala y Gloria Fuertes y por allí pasaron artistas de la talla de Pablo García Baena, Ruiz Noguera, Inglada. Muchos poetas, escritores, pintores, etcétera...», relata la autora, quien destaca también la importancia de José Infante para estas tertulias, que han vivido varias épocas, ya que este las reinstauró en 2012. Lo que más le ha sorprendido, de cualquier forma, es la figura de Campos, «un mecenas de la cultura, generoso, culto, un caballero. Antes iba todos los días a su negocio, ahora ya está mayor, pero su vida es apasionante».

Historia de un éxito

En el libro también se habla de los anteriores usos que tuvo el edificio, de los grandes artistas flamencos que pasaron por la anterior sala de fiestas y por la actual bodega, de la eclosión que supuso que abriera el Museo Picasso en 2003, que obligó a El Pimpi a ampliar su horario también a la mañana para dar servicio a sus miles de visitantes. Además, cómo no, se habla de estrellas de cine y de la canción, de la evolución de la bodega, de los personajes singulares que han formado parte de la historia, «de la trayectoria del negocio hasta el verano de 2017».

«Tengo entendido que Paco Campos está encantado con el libro, porque este libro es también la historia de la familia Campos, de El Pimpi de los años cincuenta y su trayectoria hasta el pasado verano, se refleja bien quién venía en aquellos años, el círculo intelectual que se movía alrededor de la bodega, los premios literarios... Todo. Paco, sin duda, ha sido un experto en marketing», explica.