Un avión con 128 personas a bordo aterrizó hace unos días en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol tras sufrir a más de 11.500 metros de altura un problema de presurización de la cabina, el sistema que bombea aire dentro del aparato para compensar la baja presión atmosférica exterior y así poder respirar sin dificultad. La tripulación del Boeing 737-700, que cubría el trayecto entre Fuerteventura y Berlín, decidió interrumpir el viaje después de declarar mayday , maniobra que establecida por los protocolos para garantizar la seguridad del pasaje. Los cinco miembros de la tripulación y los 123 pasajeros resultaron ilesos.

El incidente quedó registrado a partir de las 19.28 horas del pasado 3 de marzo. Según la información preliminar que ya investiga la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), el avión operado por Germania se encontraba en fase de vuelo de crucero a nivel FL380 (38.000 pies o 11.600 metros) cuando activó la indicación de «abróchense los cinturones» ante la previsión de turbulencias. Poco después, los pilotos sintieron «intensos cambios de presión» y, tras observar el indicador de la velocidad ascensional de cabina, detectaron un problema con la presurización de la misma. De hecho, se activó la alerta visual y auditiva de la altitud de cabina y la tripulación se puso las máscaras de oxígeno. Los problemas continuaron cuando el piloto que monitorizaba el vuelo comprobó que dos indicadores de la altitud (FLT ALT y LAND ALT) sólo mostraban guiones y dedujeron que se había producido «un fallo doble del controlador de presión de cabina». Por su parte, la altitud alcanzó 15.000 pies (4.572 metros) «de manera descontrolada» y las máscaras de oxígeno de los pasajeros se desplegaron automáticamente cuando la altitud alcanzó los 14.000 pies (4.250 metros). Es en este momento cuando, según el informe, la tripulación declaró la situación de emergencia (mayday. El documento añade que, durante el descenso, la tripulación recuperó manualmente el control de la presurización, por lo que decidió cancelar la declaración de emergencia aunque decidió desviarse y aterrizar sin problemas en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol.