En las últimas décadas, la Costa del Sol se ha convertido en un destino residencial para muchos jubilados, que en la provincia han encontrado un mejor clima y una mejor calidad de vida que en sus países de origen. Primero comenzaron a instalarse en la primera línea del litoral para después ir pasando al interior, en zonas como la Axarquía o las localidades más cercanas al litoral occidental. La gran mayoría procedían de Europa y poco a poco los mayores de 65 años se convirtieron en la mayor colonia de extranjeros en la provincia.

Pero en los últimos años esta circustancia ha empezado a cambiar. Circunstancias como la crisis económica o la más reciente aprobación del brexit en Reino Unido han empujado a muchos miembros de la colonia extranjera procedentes de países ricos fuera de la provincia. No sólo ocurre con los jubilados, pero es donde más se nota. Así, según los datos del padrón continuo, publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de extranjeros mayores de 65 años se ha reducido en Málaga un 22,5% en el periodo comprendido entre 2012 y 2017. Es un hecho que se ha producido en casi todos los países de la Unión Europea que tradicionalmente han tenido colonia en la Costa del Sol y sólo Francia e Irlanda han registrado un aumento en la población residente en la provincia en edad de jubilación, con un 8,11% y un 1,19% más, respectivamente.

El caso más llamativo es el de la colonia alemana, en la que los empadronados mayores de 65 años han vivido una caída del 47,5%, pasando de 6.859 residentes a 3.598 en ese periodo de cinco años.

En el descenso de la población mayor también tiene que ver mucho la esperanza de vida, es decir, tienen una tasa más alta de mortalidad y muchos deciden regresar a sus países cuando no se ven capaces de cuidarse por sí mismos, pese a que la sanidad gratuita española sigue siendo un gran foco de atracción, pero ahora esa caída se está dando de forma más pronunciada.

Por encima del 20% también ha descendido la población empadronada en esa franja de edad de otros tres países: Dinamarca, Noruega, Finlandia y Reino Unido. En el primer caso la bajada ha sido del 37,5%, en el segundo, un 25%, en el tercero, de un 23% y en el caso de las islas británicas este descenso ha sido del 20%, aunque en este caso también ha podido influir el miedo a las consecuencias que puede tener la salida de la Unión Europea.El más numeroso

Reino Unido se mantiene, no obstante, como el país de la UE que más jubilados aporta a la Costa del Sol, con un total de 18.869 a fecha de 1 de enero de este año (frente a los 23.629 que figuraban en el padrón en 2012).

Otras colonias de extranjeros, menos numerosas en la provincia, que también han registrado una caída en estos últimos cinco años han sido Suecia, con un -17%, y Suiza, con un -14,3%.

Por contra, sí ha habido un aumento en la población de mayores de 65 años procedentes de otros países, como Rumanía (+48%), de donde en estos años han llegado a la provincia familias en busca de oportunidades laborales, y de Rusia, que ha vivido un importante incremento del 184% a partir del año 2012.

Los datos del padrón continuo han evidenciado que Málaga, sin embargo, ha conseguido romper a tendencia a la baja en su cifra global de extranjeros, viviendo una subida después de cuatro años en negativo -pese a que Reino Unido sigue sin recuperarse-. La provincia sumaba a 1 de enero de 2018 un tota de 1.639.786 empadronados, 9.000 habitantes más que el año pasado, y se situó además como la provincia andaluza con mejor incremento, aunque sin llegar al 1% y muy lejos de los importantes aumentos de los años del boom económico.

La población total de ciudadanos extranjeros asciende a 237.368 personas en la provincia.