Dos personas que trabajan en la Comisaría Provincial de Málaga han presentado en las últimas semanas síntomas de sarna, una enfermedad contagiosa de la piel que habrían contraído mientras trabajaban con inmigrantes llegados en patera que sufrían esta patología o en zonas en las que estos son ubicados durante los trámites policiales. Las afectadas son dos mujeres, una empleada de la limpieza y una agente de la Policía Nacional.

Según ha podido saber este diario, el primer caso se conoció en marzo, cuando la Confederación General del Trabajo (CGT) denunció ante la Inspección de Trabajo y la Consejería de Salud que la ausencia de medidas en materia de prevención de riesgos laborales llevó a que una empleada de la limpieza se contagiara tras desempeñar su labor en zonas en las que se retienen a los inmigrantes que llegan en pateras. Los hechos, que también han sido trasladados por escrito al alto mando policial, habrían ocurrido el miércoles 14 de marzo, cuando el sindicato asegura que la trabajadora desempeñó su trabajo en los calabozos el mismo día en el que fueron internados medio centenar de inmigrantes rescatados por Salvamento Marítimo frente a las costas de Málaga. Los síntomas (picazón, erupciones, etc.), sin embargo, no aparecieron hasta el siguiente domingo, cuando fue diagnosticada en un centro de salud de Torremolinos de sarna, una enfermedad contagiosa de la piel causada por un parásito. En sus denuncias, en las que se incluye que otro funcionario de la policía se contagió de una meningitis bacteriana, la CGT argumenta que una de las claves de este asunto es que la empresa concesionaria de la limpieza dejó de contar en octubre del año pasado con los servicios de fumigación de otras contratas que establece el pliego de condiciones de la concesión, pasando las tareas de desinfección «a personal no cualificado». El sindicato recuerda que las personas encargadas de la limpieza en estas instalaciones sufren con frecuencia picaduras de pulgas y sarpullidos sin que la empresa les comunique los riesgos a los que se exponen de forma verbal o escrita.

Pese al silencio administrativo que se impera en este asunto sanitario, este periódico ha conocido a estas denuncias días después de conocer el revuelo que nuevos casos de sarna han provocado entre el personal de la Comisaría Provincial de Málaga. La Subdelegación del Gobierno ha asegurado a este diario desconocer el parte médico de los inmigrantes afectados por tratarse de «información médica confidencial», pero otras fuentes indican que de las cerca de 150 personas que fueron rescatadas en patera el pasado 22 de mayo y trasladadas a la Comisaría Provincial, una quincena sufría síntomas de sarna. Medio centenar de inmigrantes fueron ubicados en los calabozos, 85 en el pabellón de deportes de la propia comisaría, mientras que los afectados, de los que se hizo cargo Cruz Roja, también visitaban puntualmente el pabellón durante los trámites policiales correspondientes. Tres días después de la llegada de las pateras, el viernes 25, trascendió que otras 15 personas de las que estaban en el pabellón comenzaron a presentar síntomas de esta enfermedad de la piel. Ese mismo día, una agente de esa comisaría fue diagnosticada con síntomas que coincidían con esa patología. Desde la Delegación de Salud, por su parte, aseguran que la gestión de este asunto corresponde a la Subdelegación del Gobierno.

La ausencia de unas instalaciones adecuadas para atender a las personas que llegan en patera a las costas malagueñas no es un asunto nuevo. Desde el cierre en 2012 del polémico y ruinoso Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Capuchinos, no son pocas las veces que la Policía Nacional se ha visto desbordada y sin medios suficientes ante la llegada masiva de pateras. En algunas ocasiones, los inmigrantes tuvieron que ser ubicados en el Pabellón de Ciudad Jardín. El propio Gobierno reconoció hace un año que el lugar que tiene el puerto de Málaga para atender a estas personas no disponen «del espacio ni de los medios necesarios para que la atención primaria sea prestada con la debida salvaguarda de la intimidad e integridad de las personas». A principios de mes Cruz Roja anunció que abrirá en un plazo de dos o tres meses un centro de atención primaria para los inmigrantes que lleguen al Puerto de Málaga tras ser interceptados en pateras. El centro, que supondrá una inversión de unos 200.000 euros y financiará el Ministerio de Empleo, será parecido al del Puerto de Almería y tendrá unos 400 metros cuadrados de superficie.