Francisco Enrique Díaz Jiménez, el policía nacional que falleció en 2014 en acto de servicio en la Carretera de Cádiz, ya tiene una calle en la ciudad en la que nació y por la que dio la vida. El acto en el que se descubrió la placa tuvo lugar este viernes a las 18.00 horas en una vía que se localiza entre las calles Algarrobo y Potosí el barrio de La Pelusa, en la zona este de la capital, lugar al que asistieron los familiares más cercanos del agente, una nutrida representación municipal liderada por el alcalde de Málaga, miembros de la Asociación Jubimálaga, así como amigos, compañeros y el alto mando de la Comisaría Provincial.

El Pleno municipal celebrado en abril de 2015 aprobó una moción institucional proponiendo la denominación de esta calle. Un mes después se firmó el decreto de concesión. En el texto del acuerdo plenario se recoge que la calle que recuerda a este miembro de la Policía Nacional, con más de 10 años de experiencia, «honrará su memoria en señal de respeto a su sacrificio personal en acto de servicio y en reconocimiento y admiración a los valores se seguridad y libertad por los que fue asesinado Francisco Enrique Díaz Jiménez».

Este miembro de las fuerzas de seguridad del Estado ya tuvo anteriormente su reconocimiento en los jardines frente a la Comisaría Provincial, donde se encuentra un monolito con su nombre. Esta iniciativa también contó con el respaldo de una moción institucional del Ayuntamiento de la capital y supuso a una distinción a la víctima de toda la sociedad malagueña a la que ahora se suma este nuevo homenaje.

Francisco murió a los 33 años de edad el 21 de mayo de 2014 poco después de ser apuñalado en el corazón por un indigente de origen alemán cuando él y sus compañeros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) trataban de identificarlo en la calle Frigiliana. El Ministerio del Interior le concedió la medalla de oro al mérito policial a título póstumo, la máxima condecoración en el Cuerpo Nacional de Policía.