Las cifras de nacimientos en la provincia se mantienen en la tendencia de descenso iniciada cuando llegó la crisis y siguen, un año más, sin dar señales de mejoría. Así lo corroboran los datos de movimiento natural de la población publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que señalan que en el caso de Málaga el número de niños nacidos ha caído un 4% en un año. Así, si en 2016 se registraron 14.979 natalicios, el año pasado se contabilizaron 14.379, lo que supone además el registro más bajo en la provincia en los últimos quince años. Los años del boom vinieron acompañados en Málaga de un repunte en los nacimientos. La buena situación económica y la llegada de familias de otros países en busca de estabilidad laboral impulsaron la natalidad en la provincia, pero con la crisis comenzó de nuevo la tendencia a la baja, una tendencia que, evidentemente, también se está dejando notar en la tasa bruta de natalidad, que sumó el año pasado la cifra más baja de su historia, con 8,72 niños nacidos por cada mil habitantes. En el caso de la tasa de fecundidad (nacidos por cada mil mujeres), se sitúa en 37,2, la más baja desde 1998. Por contra, la edad media de la maternidad alcanza su dato más alto, con 31,62 años, y los cambios sociales son evidentes también a la hora de analizar la situación de las madres, ya que un 51,1% de los recién nacidos son de mujeres que no están casadas.

Pese al descenso de los nacimientos, la provincia logra mantener un saldo vegetativo positivo, ya que los nacidos suman más que los fallecidos, que fueron 12.694 el pasado ejercicio. Sube también en Málaga la esperanza de vida, que es de unos 82,3 años de media (79,9 para los hombres; 84,6 para las mujeres).

En el caso de España, el número de nacimientos registrados en 2017 es el más bajo desde 1999, mientras que el de defunciones es el más alto desde 1976. De hecho, España registra más defunciones que nacimientos por tercer año consecutivo. Además, tiene un saldo vegetativo negativo (nacimientos respecto a defunciones de la población residente, descontando a los no residentes) de 31.245 personas, algo que ocurre por segunda vez en la última década pero de forma mucho más pronunciada. La primera vez fue en 2015, aunque la diferencia fue mucho menor, de 1.976 muertes más. En total, contando con la población residente y no residente, el número de nacimientos disminuyó en 2017 un 4,5%.