La temporada alta toca techo y los hoteles y los apartamentos no son los únicos que empiezan a notar la presencia masiva de personas que aprovechan sus vacaciones para pasar unos días en la Costa del Sol. Las carreteras malagueñas, que suman más de 2.500 kilómetros de asfalto, absorberán a varios millones de vehículos. Sólo entre julio y agosto, la Dirección General de Tráfico estima que las principales vías registren 3.948.000 movimientos de largo recorrido, 1.928.000 de ellos durante este mes y 2.020.000 durante el próximo. Sobre todo durante las fechas más señaladas como la previa de festivos, los fines de semana así como los mediados y fin de cada de mes. Pese a las buenas comunicaciones con las que cuenta la provincia, las vacaciones de los propios malagueños, los visitantes y los vehículos que sólo están de paso hacen inevitable que la densidad del tráfico aumente sensiblemente hasta llegar a provocar situaciones incómodas puntuales. Cuanto más tráfico, más posibilidades de un accidente que, independientemente de su gravedad, puede provocar importantes retenciones en función del tramo horario en el que se produzca.

Sin embargo, Málaga cuenta con zonas especialmente sensibles a las retenciones.

Fuentes de Tráfico destacan media docena de puntos especialmente conflictivos. Dos de ellos están en Las Pedrizas (A-45). Uno en el kilómetro 126, a la altura de Casabermeja, cuyo origen suele ser la intensidad del tráfico en el tramo de los túneles. El otro se localiza en la entrada a Málaga, entre los kilómetros 136 y 142. En el entorno de Málaga capital, los problemas también se detectan en la MA-20, fundamentalmente entre el Plaza Mayor y Guadalmar, una zona de gran tránsito a la que se suma su perfil comercial. Tráfico también señala el tramo entre los kilómetros 222 y 224 de la AP-7, a la altura de Arroyo de la Miel (Benalmádena); La A-7 a su paso por Fuengirola a la altura de El Corte Inglés; y esta misma vía a su paso por San Pedro Alcántara (entre los kilómetros 172 y 175). La principal causa de estas retenciones, explican las fuentes, es un aumento puntual o recurrente de la demanda que excede la capacidad de la vía. En ese momento existe una degradación del nivel de servicio pasando del tráfico fluido a los niveles de tráfico verde -adecuación de la velocidad, amarillo- retenciones con paradas intermitentes-, o rojo -retenciones con paradas frecuentes-. En la AP-7 y A-45, añaden, el Ministerio de Fomento está ejecutando mejoras en la infraestructura que paliarán las retenciones en la zona. Mucho cuidado habrá que tener con los tramos de concentración de accidentes, hasta no hace mucho conocidos como los puntos negros de las carreteras.

Considerados así cuando registran tres o más accidentes con víctimas durante un año, la provincia suma un total de 21 puntos, siendo la A-7 la autovía que más aporta con ocho, cinco de ellos en Marbella (kilómetros 172, 175, 177,7, 185, 192,8, 208,9 y 256,7). Le sigue la Ronda Oeste (MA-20), en Málaga capital, con tres puntos negros en los kilómetros 9.7, 9,2 y 5. La AP-7, a la altura de Arroyo de la Miel, y la A-45, en el km 101,8, ofrecen un punto de concentración de accidentes, respectivamente, mientras que el resto se lo distribuyen otras vías convencionales. La A-356, la carretera que une Casabermeja y Torre del Mar, suma otros dos puntos negros (kilómetros 45,9 y 48,2), los mismos que la A-7053 (Mijas-Alhaurín el Grande) en los puntos kilométricos 12,3 y 12,7, y la A-7054 (Málaga-Cártama) en los pk 3,3 y 4. La MA-7400 (Ronda-Arriate) y la A-387 (Alhaurín el Grande-Mijas), completan el cuadro de las vías con más accidentes con heridos.